lunes, 26 de noviembre de 2012

69 razones para no trabajar demasiado

La propuesta de trabajar menos es cualquier cosa menos frívola. Pero, pese a su vieja tradición filosófica, esta tesis parecía políticamente poco apropiada mientras estuvo vigente la promesa de crear un Estado del Bienestar.

Sin embargo, la contrapartida que se ofrece hoy a cambio del esfuerzo laboral es precariedad creciente en el empleo, despido libre, contratos basura, salarios que rayan en el insulto, servicios públicos de salud deteriorados e incertidumbre en las pensiones de jubilación. En esas condiciones, entregar nuestra vida al trabajo por cuenta ajena parece cosa de tontos: "vive para ti solo, si pudieres, pues sólo para ti, si mueres, mueres", advierte Quevedo.

Razones para no trabajar demasiado las hay seguramente por miles. En este librito se presenta una breve selección que recoge lo que filósofos y pensadores de diversas épocas han dicho sobre lo que el impagable Paul Lafargue denominó "el vicio del trabajo". Para entender el concepto es preciso leer a maestros del pensamiento como Sócrates, Epicuro, Séneca, Tomás Moro, Henry D. Thoreau o Bertrand Russell, entre otros.

Si una mayoría de ciudadanos leyese a estos maestros y actuara en consecuencia, posiblemente el capitalismo caería sin necesidad de revoluciones. El experimento vale la pena. Esta guía de lectura va dedicada a quienes se atrevan a intentarlo.

69 razones para no trabajar demasiado
Ciudadano Pérez
El Viejo Topo. Barcelona 2009
Colección Ensayo
88 págs.
ISBN 978-84-92616-32-9

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