martes, 18 de marzo de 2014

Sanidad Pública: Utilización de los recursos públicos al 100 por 100

Con la disculpa de las listas de espera, centenares de miles de pacientes son derivados cada año a centros privados, para que se hagan en ellos las operaciones sencillas y las pruebas rentables (resonancias magnéticas, TAC…).

Mientras, los centros públicos siguen encargándose de lo costoso, lo caro y lo complejo y la actividad de sus servicios baja a mínimos por las tardes.

Lo que se justificó como un sistema puntual para que los centros privados "descargaran" a los públicos, se ha convertido en un sistema perverso para trasladar nuestro dinero a empresas privadas.

A pesar de esta estrategia planificada de desmantelamiento de lo público, en diciembre de 2012 cerca de 600.000 personas estaban en lista de espera quirúrgica, habiendo subido el tiempo de espera media para ser operado a mas de 100 días. Incluso desde 2004 existe un pacto de silencio entre todas las comunidades autónomas para que estos datos sean publicados en un registro unificado que no permita realizar comparaciones entre ellas.

Sin embargo, el sistema público tiene los medios para atender adecuadamente a la población, pero no se están utilizando. Muchos gestores de centros públicos tienen intereses en los centros privados, empresas del sector, etc. y utilizan su influencia para enriquecer a estos, que luego les premian con puestos en sus consejos de administración. (Ley General de Sanidad, artículo 90)

Formar un médico -durante unos 10 años- cuesta alrededor de 200.000 euros a los contribuyentes. Sin embargo, en este momento, con la reducción brutal de plantillas que se está llevando a cabo, no sólo se esta deteriorando la asistencia, sino que se están precarizando las condiciones laborales y empujando a médicos, personal de enfermería, matronas, fisioterapeutas…a emigrar. No se aprovecha esa enorme inversión para crear puestos de trabajo en el sector público sanitario.

Por ello, proponemos medidas que crearían empleo, ahorrarían costes y permitirían situar al sistema público al servicio de la población, que es quien lo financia:

- Creación de un turno de tarde para aquellas especialidades médicas que se precisen para utilizar al máximo la alta tecnología sanitaria, consultas y quirófanos, suprimiendo las derivaciones a centros privados.

- Establecimiento de ratios mínimas/paciente.

- No a las horas extras.

- Prohibición de desempeñar dos puestos de trabajo en el sector público.

- Establecer un sistema de incompatibilidades real, que impida que quien trabaje en la sanidad pública tenga intereses económicos profesionales en la privada. 

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