viernes, 11 de noviembre de 2016

Algo que ignoran muchos médicos

Una señora y su hijito de 10 años, están comiendo en un restaurante. En un descuido, el chico se mete una moneda en la boca y se atraganta.
 

La madre intenta hacerle escupir la moneda golpeándole la espalda... dándole palmadas en el cuello... sacudiéndolo... sin éxito. El chico ya comienza a dar muestras de asfixia y la madre, desesperada, comienza a gritar pidiendo auxilio.
 
Un señor se levanta de una mesa cercana, y con pasmosa tranquilidad, sin decir palabra alguna, le baja los pantalones a la criatura, toma sus pequeños testículos, los aprieta con fuerza, y tira hacia abajo violentamente.
 
Automáticamente, el niño -ante el dolor irresistible- escupe la moneda, y el señor, con la misma pasmosa tranquilidad con la que se acercó, regresa a su mesa sin decir palabra.
 
La señora, ya tranquilizada, se acerca para agradecerle que haya salvado la vida a su hijo, y le pregunta:

- ¿Usted es médico?
 
- No señora, soy Montoro, el ministro de Hacienda, experto en apretarle los huevos a la gente y sacarles hasta la última moneda.

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