miércoles, 27 de abril de 2011

28-A: Día mundial de la Salud Laboral, Social y Ambiental

La salud laboral, social y medioambiental es un derecho de Todas y Todos… Exijámosla y luchemos por ella!.


La defensa de la salud de las y los trabajadores es prioritaria para la CGT. Una primera aproximación a los datos existentes sobre siniestralidad laboral y enfermedades profesionales durante el 2010, reflejan una tendencia descendente en relación a 2009.

Sin embargo, existen otros indicadores que merecen ser tenidos en cuenta, para comprender mejor los efectos negativos de la crisis:

Los accidentes laborales sin baja aumentan, lo que parece ser un indicador de que la coyuntura del mercado laboral está haciendo que las y los trabajadores acudan a su trabajo en condiciones de salud deficientes.

También es muy destacable cómo los accidentes laborales se concentran en las y los trabajadores de más edad, lo que no augura nada bueno en relación al retraso de la edad de jubilación que se nos viene encima.

Para el sistema capitalista, la salud de las y los trabajadores no es un elemento importante que deba anteponerse al propio proceso productivo. En este sistema, el modelo energético se encuentra íntimamente ligado con el modelo de desarrollo. Un modelo de producción de energía basado en el control transnacional, en el despilfarro y un modelo de desarrollo basado en la idea de la explotación ilimitada de los recursos humanos y materiales que, a su vez, comporta la opción de un modelo de consumo que obliga a consumir recursos energéticos naturales por encima de los que el planeta puede regenerar. El modelo de consumo de recursos y desperdicios que se devuelven a la tierra, al aire y al mar, ha sobrepasado en vez y media la capacidad del planeta, hecho que conocemos como la huella ecológica.

La central nuclear de Fukusima es tan sólo la punta del iceberg de la estrategia del nuevo capitalismo que busca incrementar las dependencias que nos han generado de este modelo de desarrollo y consumo. El petróleo como fuente de energía para el mantenimiento del modelo de desarrollo y de consumo, es el responsable directo del cambio climático y del cambio de formas de vida para las poblaciones actuales y, sobre todo, para las generaciones futuras. La energía nuclear como alternativa de fuente de energía ante el agotamiento del petróleo, no viene sino a agravar el “genocidio” medioambiental y humano, ante la persistencia de la continuidad con un modelo productivo desarrollista y crecentista.

En este contexto, las consecuencias sobre la salud laboral, social y ambiental, no han hecho sino empeorar drásticamente para dos tercios de la población mundial: cambio climático, efecto invernadero, formas de vida que desaparecen, amenazas serias sobre la soberanía alimentaria al sobreexplotar los recursos y las especies, enfermedades ligadas a las formas de producir y distribuir las mercancías, enfermedades mentales y sociales como consecuencia de la precarización generalizada del trabajo humano y, sobre todo, ausencia de futuro para las generaciones venideras, al haber generado, creado e instaurado las condiciones para una vida peor, en el medio social y ambiental en que ésta se resuelve.

La salud social, la salud mental frente a un modelo de consumo que amenaza continuamente con la exclusión y la precariedad, es una estrategia perversa de sumisión y de miedo, un miedo constante, la inseguridad disciplinada, es un modelo de dominación/consumo que interioriza la macropolítica en las vidas individuales.

La salud laboral es una parte esencial de la salud social y medioambiental. Si no damos pasos serios, aquí y ahora, hacia otro modelo energético y, por lo tanto hacia otro modelo productivo y de consumo, no habremos hecho nada por evitar la cada vez peor salud que tenemos en el presente y, seremos responsables de que las generaciones futuras, carezcan no sólo de los indicadores de salud actuales, sino que éstos se verán agravados muy seriamente.
La vida sana y en armonía para todos y todas, para los seres vivos que habitamos este planeta y para quienes lo habiten mañana, sólo puede ser posible con un cambio radical en el modelo productivo, energético y en el modelo de consumo. Es necesario un amplio debate social sobre el derecho a vivir con salud, a un trabajo de calidad, a cuidar y ser cuidados, a unas relaciones personales basadas en la libertad, a un ocio creativo.

La Salud laboral, social y medioambiental, es un derecho de todos los seres humanos. Exijámosla y luchemos por ella.

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