Pero dejemos de suponer y veamos si el acuerdo es tan maravilloso como lo pintan. Para valorar el nuevo acuerdo, primero deberíamos tener una visión clara de los acuerdos anteriores, para poder entender qué se gana y qué se pierde. En nuestra opinión, UGT y CCOO se esfuerzan en buscar una interpretación lo más restrictiva posible de los acuerdos anteriores para vender un acuerdo que, en comparación, parezca una maravilla. Las dos secciones sindicales firmantes han destacado como uno de los puntos a favor que sea un acuerdo de ámbito estatal y por lo tanto beneficie a todos los trabajadores y trabajadoras de Atos Spain, independientemente del territorio. ¿Cuál era la situación anterior? Antes del que ahora nos ocupa se firmaron tres acuerdos de formación. El primero se firmó en Madrid en 1997, entre el Comité de Empresa de Madrid y Sema Group; el segundo fue firmado en Barcelona en 2001, entre el Comité de Empresa de Barcelona y Sema Group; en 2002 se firmó un nuevo acuerdo de formación, suscrito por los Comités de Empresa de Madrid y Barcelona, que reconocía la vigencia de los dos anteriores. Los derechos recogidos en dichos acuerdos se limitaban a los trabajadores y trabajadoras de Madrid y Barcelona hasta que en 2005 el Acuerdo Marco, de ámbito estatal, reconoce la validez del acuerdo de 2002. Al integrarse en un acuerdo estatal, firmado por la empresa con la mayoría de la RLT a nivel estatal, el acuerdo se hace extensivo a todo el estado (el acuerdo de 2002 ni siquiera especifica que su ámbito es local, eso podía suponerse por los firmantes; al incorporarse al Acuerdo Marco ya no puede suponerse tal cosa). Por lo tanto el ámbito del acuerdo no es ningún avance.
Por cierto, a la vista del relato anterior parece cómico otro de los argumentos de CCOO a favor del nuevo acuerdo: aporta estabilidad, pues estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2021. Parece ser que había un problema de inestabilidad en los acuerdos de formación en Atos. Un no parar, vamos.
Otro pretendido avance al que otorgan importancia los firmantes del acuerdo es el derecho a dos cursos (presenciales, virtual-class o e-learning de más de 20 horas) solicitados por el trabajador, uno en los primeros tres años desde la firma del acuerdo y otro en los dos siguientes. Como esto no supone que se deba aprobar un curso determinado, la garantía de que se cumpla este derecho la encontramos en otro punto en el que se dice que no se podrá denegar dos veces consecutivas la asistencia a un curso si una de esas denegaciones supone que se incumplan estos plazos. Pues bien, ya en el acuerdo de 1997 (integrado en el de 2002 y más tarde, junto con éste, en el Acuerdo Marco) se dice que no se podrá denegar a un trabajador dos veces consecutivas la asistencia a un curso, sin ninguna condición adicional. El acuerdo de 1997, por cierto, sólo contempla como acciones formativas los cursos de más de 20 horas. En realidad el nuevo acuerdo empeora la situación anterior al añadir limitaciones temporales a un derecho ya existente.
Que el 50% del tiempo de los cursos deba ser dentro del horario de trabajo ya estaba recogido en los acuerdos anteriores, así como la cuota sindical del 20% de inscripciones que nos da la posibilidad de forzar la inscripción de trabajadores y trabajadoras que consideremos deban recibir una determinada formación. En cuanto a la voluntariedad de los cursos que se impartan fuera del horario laboral, es cierto que eso no estaba recogido en ningún acuerdo. Ni falta que hace. Es evidente que no es lo mismo un curso que pueda interesar a un trabajador y en el que dicho trabajador decida invertir una parte de su tiempo libre, que un curso necesario para que el trabajador desempeñe su puesto de trabajo. En el segundo caso se trata de tiempo efectivo de trabajo y eso tiene unas consecuencias: todo lo que supere el horario laboral es voluntario y se debe compensar. Es cierto que a veces esto supone que haya que ir a inspección de trabajo "con resultado incierto", como dice el blog de CCOO, pero eso no es porque no haya claridad en la norma, sino porque a veces la empresa se ocupa de que no haya claridad en los hechos, como por ejemplo en cuanto a la voluntariedad de los cursos. La situación no cambia porque la misma norma esté escrita en un acuerdo: si la empresa incumple, se inventará siempre alguna excusa y habrá que denunciar y tratar de hacer prevalecer la verdad sobre la excusa de la empresa, "con resultado incierto".
Valoramos positivamente la inscripción automática a los cursos en caso de que un trabajador los haya solicitado al menos cinco días hábiles antes del límite y no haya recibido ni aprobación ni denegación y el compromiso de la empresa de informar sobre inversiones y subvenciones. En cuanto a la formación en el Bench y las "academias de verano", la empresa en realidad no se compromete a nada concreto.
Las concesiones son más graves que los pocos puntos fuertes. Una de esas concesiones es la creación de una comisión de formación a nivel estatal en la cual sólo están representados los sindicatos con representación estatal, dejando fuera a COS, ELA y LAB, sindicatos que también representan a trabajadores de Atos Spain (Como se puede ver en el documento "Acuerdo de Formación estatal" que ha colgado UGT en su blog, sólo han dejado hueco para la CGT). Pero la cosa empeora con la comisión paritaria de seguimiento del acuerdo en la que sólo tienen representación los sindicatos firmantes. Es decir, si no estás de acuerdo con los planteamientos del acuerdo, te dejan fuera de la comisión. Y esta comisión tiene entre otras atribuciones la de "dar solución a las discrepancias que surjan en la Comisión de Formación". O sea, que hay una comisión de formación que no es competente para resolver sus propias discrepancias y luego otra comisión que decide por esa primera comisión. Curioso vericueto para que la empresa acabe hablando con quien quiere hablar.
Pero eso no es lo peor. En un anexo al acuerdo se establece que el mismo está sujeto a la "colaboración constructiva de la parte sindical para obtener bonificaciones de la Fundación Tripartita", lo que significa condicionar la vigencia del acuerdo a que la RLT no presente informes desfavorables ante la Fundación Tripartita. Esta es una condición, aparte de vergonzosa, absurda. Es comprensible que se hagan concesiones en una negociación, pero uno no debe hacer concesiones que le aten las manos más adelante. Los informes ante la Fundación Tripartita son uno de los mecanismos de control sobre las empresas en materia de formación. No es un mecanismo perfecto y en unas ocasiones es más eficaz que en otras. Pero no nos sobra ningún instrumento que podamos tener para forzar a la empresa a respetar a los trabajadores y sus derechos.
En conjunto, no nos parece un buen acuerdo. Es por eso que nos tienen que vender como nuevos derechos que ya teníamos.
CONCLUSIÓN:
No podemos permitir que CCOO/UGT y RRHH se rían de nosotros negociando a nuestras espaldas y luego dándonos un acuerdo cerrado para que lo firmemos.Por todo ello, tomaremos las medidas legales pertinentes.
No podemos permitir que RRHH se ría de los trabajadores y sus representantes haciendo lo que quiera en Formación y luego que no pase nada porque nuestras protestas en la Comisión de Formación se discutirán en una oscura Comisión de Seguimiento.
No podemos aceptar atarnos de pies y manos ante RRHH firmando que no presentaremos informes de discrepancia ante la Fundación Tripartita.
UGT y CCOO venderían a sus madres....
ResponderEliminarNo estaría mal, que además de negarse a toda propuesta CGT se molestase en hacer alguna, intentadlo... no hace daño, lo que pasa que para eso es necesario trabajar. Decir que no a las ideas de otros es más fácil que tener las propias.
ResponderEliminarTener malas propuestas es fácil, cualquier tontería vale. Lo difícil es dejar que otros expresen libremente sus propuestas. Si no escuchas difícilmente oirás lo que otros tienen que decir y podrás argumentar que no dicen nada.
EliminarHasta ahora las ideas "propias" han ganado el juicio por el cierre del comedor, el de las listas de distribución, la retirada del ERE, ... Sigo?
Las listas de distribución se ganaron gracias a una demanda de CGT y UGT.
EliminarEl ERE no se retiró, no se firmó ningún Acuerdo, gracias a que UGT se levantó de la mesa de negociación, por voluntad propia, no porque CGT influyera para nada en su decisión y la empresa decidió no aplicarlo.
Lastima que no sois los salvadores de los trabajadores, ni siquiera trabajais mejorar sus derechos.
Tila Jose Manuel, tila... tanto nervio y excitación a la hora de defender con fervor a UGT no son buenos, al final te lías y te comes palabras.
EliminarTe has colado,no es José Manuel
EliminarY que vais a hacer al respecto?
ResponderEliminar¿Has leído el post hasta el final?
EliminarSi, por eso, a pesar de tanta parrafada, me ha quedado claro lo que no vais a hacer, firmar el acuerdo. Lo que no me ha quedado claro es si vais a limitaros a seguir denunciando ante la comisión tripartita como hasta ahora o que otra cosa diferente vais a hacer.
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