En estos tiempos de crisis en que se agudizan las carencias de necesidades básicas en franjas de población cada vez mayores se está produciendo un trasvase de recursos públicos hacia las instituciones de caridad fundamentalmente administradas o controladas por estructuras de carácter religioso o privado. Tanto los proyectos de movimientos sociales basados en la solidaridad como la asistencia social pública fundamentada en los derechos de las personas han chocado con esa forma de abordar la pobreza en que a menudo se vulnera el respeto a la dignidad y se oculta el origen de la desigualdad que nos lleva a situaciones como las que vivimos.
Ateneo Libertario La Idea
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