Roja por los ríos de sangre versada, negra por el luto de millones de muertos, estos son los colores de la bandera anarquista, que nunca ha sido arriada, que agrupa a todas las personas que aman a la humanidad.
Luchan por la libertad y combaten todas las injusticias sociales. Por estos nobles sentimientos los anarquistan han sido difamados, calumniados, torturados, perseguidos, encarcelados, asesinados de forma vil, vergonzosa que repugna a la conciencia humana.
Los anarquistas quieren vivir una sociedad humana y fraterna, sin Estado, ejército, dinero, amos; sin policía ni cárceles y sin explotadores, donde el trabajo se encamine a la producción de cosas útiles, para vivir auténticamente nuestra breve existencia, sin odio ni miedo, preocupándonos del mañana.
Ahora y siempre
¡Viva la anarquía!
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