Según un comunicado del Palacio de la Zarzuela, Juan Carlos de Borbón "ingresó anoche en el Hospital USP San José de Madrid a su regreso de un viaje privado a Botsuana, donde se dañó la cadera en una caída accidental".
Resulta que, en su viaje privado, el rey se dedicaba a uno de sus pasatiempos favoritos: Matar animales, en esta ocasión elefantes.
Es vergonzoso que el Borbón derroche el dinero de tod@s (el gasto medio de un safari son más de 30.000 euros por persona) en una actividad violenta y carente de ética: Matar por deporte.
¡¡QUE SE VAYA!!
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