Hace dos semanas el sindicato CIG realizó en esa misma zona, en el extremo norte del puente, el más próximo a O Morrazo, una protesta por las condiciones laborales de los trabajadores. El sindicato denunció "jornadas de 10-12 horas a 60 metros de altura y a pleno sol por siete euros la hora, incluyendo todos los conceptos salariales", algo que consideraba "un peligro para la integridad" de los operarios. Una semana después, el sindicato informó de que la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Grupo Puentes, contratada para la obra por la concesionaria, Audasa, bajo autorización del Ministerio de Fomento, se había comprometido a que "las subcontratas que se encargan de los trabajos cumplan el convenio en materia de jornada y de salario".
Para el secretario nacional de la CIG-Construcción, Xoán Xosé Melón, lo sucedido en Rande es la "crónica de un accidente anunciado". "Se daban todas las condiciones para que se produjera un siniestro tan grave, se veía venir", lamenta, toda vez que el personal "lleva tiempo observando problemas de seguridad como la caída de material y de herramientas desde grandes alturas con gente debajo trabajando". "El propio fallecido -asegura- había comentado días atrás que no estaba contento con su situación".
El Diario
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