El llamado "salario emocional", una práctica cada vez más habitual en las empresas, trata de compensar a los trabajadores con servicios que complementan el sueldo: Si los jefes no pueden subir el salario a sus empleados, por lo menos les compensan con ciertas ventajas que hacen su vida mucho más sencilla.
A pesar de que el dinero sigue siendo un factor fundamental a la hora de estar satisfecho, la crisis ha puesto en valor factores como poder conciliar la vida laboral y familiar o disponer de más tiempo para dedicar al ocio y las aficiones.
El nuevo concepto consigue lo que a veces el dinero no puede comprar: La motivación. Tanto en Europa como en Estados Unidos, el "salario emocional" está demostrando ser una forma efectiva de motivar al empleado, relacionada directamente con la calidad de vida.
Este término fue creado por Ernst&Young hace cinco años, cuando implantó una cartera de servicios que ya incluye más de 200 compensaciones gratuitas o cofinanciadas. En total, la compañía invierte unos 120.000 euros anuales en ofrecer estas prestaciones.
En España hay ya varias entidades especializadas en este tipo de retribución no monetaria. Una de ellas, Mas Vida Red, abastece las necesidades de más de 200 empresas en todo el país y cuenta con más de 200.000 usuarios.
El catálogo es variado: Cursos de idiomas, ofertas para las vacaciones o asistencia doméstica para la limpieza del hogar o el cuidado de los hijos. Además,ofrece asesoramiento legal o fiscal si el trabajador lo necesita, ayuda a los que no tienen tiempo para llevar el coche a revisión o renovar el DNI pagando únicamente las tasas.
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