Las alegrías que ha dado el recibo de la luz a los consumidores este verano han sido un espejismo. Las erróneas previsiones realizadas por el Ministerio de Industria a principios de año han provocado que las compañías eléctricas hayan tenido que devolver a sus clientes lo cobrado demás en los dos trimestres anteriores.
Pero este inesperado regalo caído del cielo que han notado todos los clientes en sus últimas facturas forma ya parte del pasado. El 31 de agosto se acabó lo bueno (cada titular de recibo, de media, habrá recibido unos 33 euros de compensación).
Lo duro viene a partir de ahora. La luz subirá irremediablemente en lo que queda de año, según se desprende de las cotizaciones de los precios de mercado del megavatio/hora (MW/h), que se han situado por encima de los 50 euros.
Ya lo viene haciendo desde julio, mes en el que el precio de la electricidad se disparó un 8%, según la OCU, pero el impacto casi no se notó en el recibo gracias las devoluciones que han venido realizando las compañías durante el verano.
Agosto también ha sido un mes de subidas. El recibo se ha encarecido un 1,4%, según las estimaciones de FACUA. Las dos organizaciones de consumidores consideran que, con el nuevo sistema de fijación de precios, la cotización diaria de la electricidad será más volátil y tenderá a encarecerse progresivamente.
Y los precios del mercado mayorista no dejan margen alguno a la duda: los futuros del precio de la electricidad anticipan importantes subidas en lo que queda de año, que se acentuarán más en los clientes que menos consuman, dado que el Ministerio de Industria y Energía ha aplicado las mayores alzas en el término fijo de potencia. A mayor potencia contratada, más cara se pagará la luz, independientemente de que se consuma más o menos, para todos los clientes (la mayoría) acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), antigua TUR.
Así que la OCU ha elaborado un decálogo de consejos para que los hogares intenten ahorrar y reducir su factura:
Reducir la potencia: A la mayoría de usuarios les basta con una potencia de 3,3 y 4,4 kW. Convidene comprobar en la factura la potencia contratada y adecuarla al equipamiento de la vivienda. A la mayoría de los clientes les basta con potencias contratadas de entre 3,3 y 4,4 kilovatios y se pueden ahorrar 60 euros por kW recortado. El cambio de potencia cuesta 11 euros.
Nuevos precios: Si la compañía ofrece una tarifa alternativa al PVPC, conviene descartar a la que cobre más de 42,04 euros al año por kilovatio de potencia contratada (0,1152 euros al día). Para el término variable, 0,11 euros por kWh es un buen precio, y por encima de 0,13 es un precio caro. Hay que comparar todos los decimales de la factura.
Atención a los reclamos publicitarios: La publicidad de algunas eléctricas roza en ocasiones lo engañoso y se debe tener precaución y no dejarse tentar por presuntos descuentos que no aclaren ni precio, ni término: un 10% sobre un precio bajo es mejor que un 20% sobre un precio caro.
Ojo a las cláusulas de permanencia: No aceptar ofertas que no aclaren si va a haber un periodo obligatorio de permanencia y si se elige alguna que tenga, que la oferta sea realmente buena. El PVPC no tiene ni puede tener permanencia.
Sistema de revisión de tarifas: Las ofertas del mercado libre suelen tener su propio sistema de revisión de tarifas: algunas garantizan no subir el componente de la energía durante un año, pero otras incluyen revisiones trimestrales o arbitrarias, en función de la evolución del mercado.
Tarifa con discriminación horaria: Si el hábito del hogar permite desviar un 30% del consumo de electricidad a las horas valle -de 22.00 a 12.00 horas-, esta tarifa facilita importantes ahorros.
Ojo a las variaciones del PVPC: Las variaciones de precios del nuevo PVPC pueden causar estragos a algunos hogares con economías más ajustadas, especialmente a los clientes con calefacción con acumuladores que están acogidos a este sistema. Las tres cuartas partes de su consumo se concentran en los meses de invierno y, debido a la volatilidad del PVPC, si el pico de consumo coincide con una subida de precio, puede salir muy caro.
Aplicación del bono social: Con menos de 3 kW contratados, una familia numerosa, todos los miembros de la familia en paro o jubilados con pensiones mínimas, puedes beneficiarte del bono social. El ahorro puede ser de 200 euros al año, al aplicar un 25% sobre el PVPC.
Servicios de mantenimiento: Una buena tarifa que, sin embargo, exija la contratación de un servicio de mantenimiento caro, no favorecerá al usuario. Si este servicio se incluye, hay que estudiar bien el precio y las alternativas.
Eficiencia energética: Tener buenos hábitos, como usar bombillas eficientes o no dejar los aparatos en modo 'stand by', puede reducir el consumo de energía hasta un 15%: unos 80 euros al año.
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