Salir del trabajo un viernes a las seis de la tarde. Volver el lunes a las nueve de la mañana. No recibir ningún email de trabajo en ese intervalo de tiempo. Probablemente sea una situación utópica para muchos empleados que ven traspasada continuamente la línea entre el empleo y el descanso.
Recientemente en Francia se alcanzó un acuerdo entre trabajadores y sindicatos de la alta tecnología y la consultoría para que los empleados que superaran en un día las 13 horas laborales tuvieran "derecho a la desconexión". Es decir, que no tuvieran la obligación de atender los mensajes procedentes de la empresa. La medida causó revuelo y hubo presión por su inclusión en la polémica Reforma Laboral francesa. Por el momento se ha desechado, aunque el debate ya está sobre la mesa en el país galo, si bien a España todavía le queda un largo camino por recorrer en este sentido.
Atos es una compañía dedicada a los servicios de tecnologías de la información y que en 2014 impuso la prohibición de enviar emails internos fuera del horario laboral. Thierry Breton, jefe de la empresa, basó su decisión en que "los jóvenes que estamos contratando no usan el correo electrónico desde que salen de la universidad. En su lugar, usan herramientas de mensajería instantánea como Facebook. Por eso cuando llegan y ven correos internos como Outlook no saben qué hacer".
Volkswagen también tuvo una iniciativa similar con anterioridad, en 2011, cuando su filial alemana decidió poner fin a los emails de trabajo para determinados empleados durante las horas de descanso. La medida iba desde media hora después de salir el viernes hasta media hora antes de volver a entrar el lunes siguiente.
La presión para que se incluya el derecho a la desconexión no ha traspasado los Pirineos para llegar a España, o al menos así lo ve Ana Godino, abogada del bufete Sagardoy. "Ahora mismo los sindicatos no lo están exigiendo, si uno sabe que su obligación es cumplir con un determinado horario laboral, está en su responsabilidad de cumplir o no. No obstante, es difícil regular algo por lo que uno no tiene obligación", sentencia.
En su momento Volkswagen Audi España valoró si debía implantar esta medida en territorio nacional, a raíz de lo instaurado por su matriz alemana, pero finalmente lo descartaron. Fuentes de la marca aseguran que "no tenía sentido implantar lo mismo aquí, nosotros preferimos potenciar políticas de conciliación como la flexibilidad de los horarios para que puedan adaptarse a las necesidades de los empleados".
Godino considera que la cuestión de prohibir los correos electrónicos fuera del horario laboral "todavía no se ha planteado como una necesidad en España". "Sí es verdad que hay una práctica progresiva de seguir trabajando fuera del horario laboral, pero tal y como está nuestro ordenamiento jurídico, no tendría por qué ocurrir, ya que en nuestra regulación sí se mantiene el derecho a la vida privada, por lo que no existe la obligación de seguir contestando a los correos".
Godino no recuerda casos en España relacionados con los emails fuera del horario laboral, "pero sí se han planteado otras cuestiones más amplias como la obligación de tener un medio tecnológico que no sea el de empresa a disposición de la compañía".
Gonzalo Pino, secretario de política sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT), cree que "en nuestro país el derecho a desconectar está bien fundamentado en el Estatuto de los Trabajadores. El tiempo de trabajo está regulado, y cualquier práctica que se sale de este ámbito es una vulneración". Aunque también advierte que trabajar fuera de horario laboral es una práctica que con la crisis y el temor a perder el puesto ha proliferado: "Se producen más situaciones de aprovechamiento".
Sin embargo, también hace hincapié en que contestar a correos de trabajo "es algo inevitable en determinados puestos, algunos trabajadores tienen el compromiso de estar disponibles fuera del horario. Tener el email en el móvil nos ha facilitado la vida, pero también facilita llevarse el trabajo a casa".
De cara a la regulación de este aspecto que ya se discute en Francia, el representante de la UGT señala que "si se recupera la negociación colectiva en el futuro seguramente será un mal que trataremos de atajar mediante un acuerdo colectivo. No vamos a tolerar que se cometan abusos en este sentido, y para ello el derecho laboral se tendrá que aplicar y renovar porque es el punto de encuentro para resolver estas situaciones".
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