sábado, 13 de julio de 2019

Violaciones

- Ayer me follé a Lucía.
  
- ¿Qué dices, tío?
  
- ¡Sí! Jajajaja. Estaba con un ciego que flipas, tío, pero que flipas. Se caía pa tos laos y decía tol rato que quería ir pa casa, así que me dije, esta es la mía, y la llevé pa la mía.
  
- Joer, qué crack, ¡qué puta suerte! Folla bien o ¿qué?
  
- Bueno, estaba muy ciega. Hoy por la mañana no se acordaba de nada, pero me la follé tres veces, y me corrí dentro y todo.. Podía hacer con ella lo que quería, jajajaja.
  
- Y, ¿no follásteis hoy?
  
- ¡Qué va tío! Lucía no folla conmigo serena ni de coña, ¡con lo buena que está! Esta mañana se piró corriendo en cuanto se despertó y vio dónde estaba, se moría de vergüenza.
  
- Y, ¿cómo tiene las tetas? Cuenta.
  
- Calla, que le hice fotos porque tenía tal ciego que no se enteraba de nada, jajajaja, ahora te las mando.
  
- ¡¡¡No jodas tío!!!! Manda, manda! Jajajaja, ¡qué bueno!
La mayoría de las violaciones no son cometidas por un tío con pasamontañas esperándote detrás de un seto. La mayoría de las violaciones son cometidas por alguien conocido.
  
Y, en el diálogo que acabo de escribir, nos encontramos con tres protagonistas. Un violador, una mujer violada, y un cómplice.
  
Y lo más heavy de todo, es que, seguramente, ninguno de los tres piense que lo que ha pasado se llama VIOLACIÓN, sino que ha sido algo dentro de la fiesta. Cosas del colocón. La noche, que confunde.
  
Y aún más heavy es que muchas de las personas que lean esto pensarán lo mismo, o que la culpa es de Lucía por no "saber cuidarse" o haber bebido tanto.
Paula Marin
Hace unos días publiqué este texto de una violación, en la cual la chica, Lucía, estaba muy ciega. Bien, no se hicieron esperar los comentarios en los que se decía que una chica no se puede emborrachar, porque luego pasa lo que pasa. Imaginaos que Lucía no bebe esa noche. Se cansa antes y pilla un taxi para ir a casa. El taxi la deja en la puerta, y cuando va a abrir el portal, llega un tipo y la viola.
  
El problema no es que Lucía beba o no beba. El problema es el patriarcado.
  
Quizás, si no bebe, y coge el taxi, alguien diría que Lucía no debería andar a esas horas sola por la noche.
  
Imaginaos que tampoco lo hace. Pero un día, sale a correr, y un tipo la viola.
  
Ahora, habría gente diciendo que no puede ir a correr sola, porque tiene que tener cuidado.
  
Imaginaos que ni va a correr, ni sale de noche, ni bebe. Pero, tiene un novio que un día quiere follar y ella no. Así que la viola.
  
Ahora, habría gente diciendo que Lucía tiene que elegir mejor a sus parejas.
  
El problema no es Lucía, lo que haga o lo que deje de hacer. El problema es el machismo.
  
Y hasta que no lo tengamos todos y todas claro, no vamos a poder acabar con él.
  
Lucía lleva consigo una mochila llena de culpa y vergüenza. "No debí beber tanto... Confiaba en él... La culpa ha sido mía por no irme a casa antes... etc".
  
Lucía necesita que le digan que la culpa de una violación no la tiene el alcohol, ni ir sola, ni vestir de una manera o de otra, ni salir de noche.
  
Lucía necesita saber y tener claro, que la culpa de una violación la tiene quien viola. Y que ella es una mujer LIBRE.
  
Y nosotros, como sociedad, tenemos que quitarle esa mochila y ponérsela a quien tiene que llevarla.... no cargársela más de mierda, que bastante tiene ya encima.
Paula Marín

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