Tras la instrucción de dicho expediente (que no fue más que una formalidad para justificar una decisión que ya estaba tomada, como suele suceder en estos casos), el 21 de noviembre se le comunicó al compañero la resolución del mismo, en forma de despido disciplinario. No ha habido reconocimiento de improcedencia por parte de AtoS Spain, así que el afectado se fue sin ningún tipo de indemnización, causándole los perjuicios económicos y personales que cualquiera puede imaginarse.
La carta de despido reflejaba el supuesto motivo:
"Infracciones de carácter muy grave y culpables, tipificadas en el artículo 24.1 apartado c) del Convenio Colectivo estatal de empresas de consultoría y estudios de mercado y de la opinión pública".En el expediente contradictorio ya se habían mencionado las supuestas "infracciones muy graves", y sin embargo el relato de los hechos tan solo recogía faltas que, en caso de ser probadas por la empresa, deberían ser de carácter leve. Ni siquiera en el caso de que dichas faltas se hayan cometido de manera reiterada podrían constituir falta muy grave (y por lo tanto motivo de despido), ya que la propia norma recoge las condiciones para que una falta leve pase a considerarse grave.
No entraremos en detalles legales, pues el aspecto legal será dirimido donde corresponde, ya que el afectado, lógicamente, ha impugnado su despido. Lo que está claro es que las menciones a la normativa aplicable no son más que vestir de lenguaje jurídico la voluntad represora de AtoS Spain, que no tiene nada que ver con sancionar conductas inapropiadas de un trabajador, sino con castigar, y quitarse de en medio, a quienes ejercemos la lucha sindical, es decir, la defensa de las trabajadoras y los trabajadores frente a la tiranía empresarial.
No es nada nuevo, ya conocemos el carácter represivo de AtoS Spain, y si hasta el momento no nos ha amedrentado, no lo va a hacer ahora.
Que a nadie le quepa duda: ¡Nos seguirán teniendo en frente!
¡Si tocan a un@, nos tocan a tod@s!
Hace ya tiempo, en mi juventud, leí Las 1001 Noches, supongo que una versión de las mismas, al estar traducidas, pero que me resultó poco edulcorada en comparación a las versiones a las que nos tiene acostumbrados algunos gigantes de la comunicación audiovisual, o más bien gigantes generadores de opinión. Se narraban las aventuras de Simbad, Ali Baba, ... y muchos otros. Lo que me llamó la atención es que, la mayoría de las historias, el protagonista se complicaba su existencia por el simple hecho de ser curioso, como si fuese un pecado que al final de la historia le acarreaba consecuencias desastrosas, mientras que los que protegían su intimidad y no indagaban en la de los demás, solían tener mejor augurio en la historia. Eran cuentos con moraleja, parecidos a las fábulas que se utilizaban más en el mundo cristiano.
ResponderEliminarPese a la impronta que me dejó el libro, siempre he pensado que la curiosidad bien entendida no es un pecado, sino una manera de acercarse a la realidad y conseguir conocimiento, que siempre hay que poner en duda, con el que juzgar nuestro entorno. Por eso, y tras esta larga explicación, y sin querer conocer datos personales de nadie ¿podríais ser más específicos con las supuestas infracciones que se han achacado al compañero? Se que diréis que por el simple hecho de ser compañero hay que posicionarse incondicionalmente a su lado, pero he visto tantas cosas a lo largo de tantos años, que, y perdonadme, prefiero tener la información a simplemente que me den el juicio hecho, y a demás, si como decís, son todo falsedades o nimiedades, nos vendría bien al resto de compañeros saber con que excusas la empresa intenta hacer sus fechorías, que de la empresa me creo lo justo o menos. Gracias.
Nos hemos limitado a contar lo que ha ocurrido, pero no podemos entrar en los detalles porque el asunto está en manos de los tribunales y así nos lo han indicado los servicios jurídicos.
EliminarGracias,
Hombre, en este caso se de que compañero hablais, y aunque no me gusta ningún despido, y desde luego está empresa ha demostrado que los trabajadores se la pelan, ese compañero lleva sin dar un palo al agua lo menos 20 años, escaqueandose cada vez que se le enviaba a un trabajo, y entrando y saliendo cuando le daba la gana, si estaba 5 horas en la oficina era de casualidad. No es el único, delegado o no, y también se que hay muchos delegados en todos los sindicatos que dan el callo, pero cuando alguien es un caradura y se dedica a cubrirse en su puesto de delegado para no currar ... pues en fin, que no me da pena. Como decís la justicia dirá.
ResponderEliminarO eres un mentiroso, o te confundes de compañero o estás directamente implicado en el despido. De cualquier forma no se puede ser más ruin.
EliminarO las tres a la vez.
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