domingo, 30 de diciembre de 2012

El poder adquisitivo de los trabajadores se desploma a niveles de 1985

El contexto de alza de precios y de salarios prácticamente congelados ha provocado un desplome del poder adquisitivo de los trabajadores españoles a niveles de 1985, hace 27 años, según los datos del propio Gobierno.

La supuesta mejora de la economía española de la que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se jactó el viernes, 21 de diciembre, con el argumento del buen dato de la balanza comercial, no se ha traducido aún en el maltrecho bolsillo de los ciudadanos de a pie. Todo lo contrario, desde la llegada del PP al Gobierno, los servicios básicos se han encarecido mientras los sueldos siguen prácticamente congelados o incluso bajan, lo que ha asestado un severo golpe al poder adquisitivo de las familias.

Entre estos servicios destaca uno que ya ha subido cuatro veces en los últimos doce meses: la luz. El viernes 21 se supo que el recibo de la electricidad se encarecerá alrededor de un 3% al mes, lo que representará, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un aumento anual para los hogares de este gasto de unos 44 euros.

Los españoles han visto desde 2008 cómo la luz subía un 70%, situándose la factura media en alrededor de 80 euros. Si la electricidad no ha dejado de aumentar su precio desde ese año, las políticas de austeridad y recortes del actual Ejecutivo han elevado ahora el recibo de la electricidad a cotas nunca vistas. En abril, la factura subió un 7%; en julio, otro 4%. Más tarde, el aumento del IVA del 18% al 21% provocó el tercer incremento en menos de cinco meses. Con esta nueva subida, la cuarta, que se empezará a aplicar en enero, la factura de la luz ascenderá una media de cuatro euros al mes por hogar.

El nuevo aumento esconde además un recargo adicional: el que se aplicará a los usuarios que consumen un 10% más que la media. En ese caso, el recibo se encarecerá hasta un 8% extra. Las asociaciones de consumidores han calculado cuánto puede representar este segundo recargo y han llegado a la conclusión de que para muchas familias, las que consumen más, la factura subirá de media, no ya el 3%, sino el 6%.

La luz no es lo único que ha subido, pese a que, según datos de la OCU, España tiene las tarifas eléctricas más altas de Europa. En verano aumentó también el coste del gas natural (unos 15 euros al año) y del butano (un euro más por bombona). No sólo eso; incluso los pensionistas, algunos de los cuales tienen pensiones no contributivas inferiores a 400 euros, sufragan ahora el copago sanitario de los medicamentos (un mínimo de 8 euros al mes), por no aludir a que la subida del IVA ha representado un aumento generalizado de precios.

Este contexto de alza de precios y de salarios prácticamente congelados ha provocado un desplome del poder adquisitivo de los españoles a niveles de 1985, hace 27 años, según los datos del propio Gobierno.

Y la tendencia no parece que vaya a invertirse. Un ejemplo es la propuesta del Ejecutivo de Rajoy a los sindicatos, a los que ha avanzado que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2013 subirá sólo el 0,6%, con lo que pasará de 641,40 euros a 645,30 euros. Los agentes sociales ya han rechazado esta propuesta pues consideran que, en realidad, se trata de una bajada encubierta del SMI. Con esos apenas 4 euros mensuales que subirá el salario mínimo no se cubre ni de lejos el aumento de los precios, por lo que los trabajadores que cobran ese salario perderían 2,3 puntos de poder adquisitivo.

Los trabajadores están asumiendo, con enorme esfuerzo, la moderación salarial que pidió el Gobierno para reactivar la competitividad de la economía. No parece que sea el caso de los empresarios, a quienes también se instó a que limitaran sus márgenes de beneficio; la constante subida de precios indica que están haciendo lo contrario.

Incluso el Banco de España ha tenido que llamar al orden, aparentemente con escaso éxito, en reiteradas ocasiones a los empresarios para que contengan sus beneficios. 


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