El animal fue tasado en 5 euros, y la Policía lo recuperó a los pocos minutos. El joven tenía 18 años y tendrá que ingresar en prisión si la Audiencia de Madrid no revoca el fallo.
Robar una gallina en España cuesta, penalmente hablando, 1 año de cárcel. Es la condena que un juez de lo Penal de Madrid, el número 5, ha impuesto a un joven por sustraer un ejemplar de este ave en un patio aparentemente abandonado anejo a una vivienda en la localidad de Las Rozas, pese a que el delito sólo se consideró una tentativa, porque los acusados (el condenado y un menor que le acompañaba) fueron inmediatamente descubiertos por la Policía y el animal recuperado.
La implacable condena se ha producido pese a que la gallina fue tasada en el proceso judicial en sólo 5 euros, y a que el juez ha estimado la atenuante de dilaciones indebidas en la instrucción, que estuvo parada por causas ajenas al acusado durante un año y medio, desde mediados de 2011 hasta 2013. Los hechos sucedieron el 17 de diciembre de 2009, cuando el ahora condenado tenía sólo 18 años de edad (hoy tiene 22).
La sentencia, del pasado 26 de junio, declara probado que a las 13:40 horas del día de los hechos, el joven acompañado por el menor, "con intención de obtener un beneficio económico", trepó por el muro de una finca y se introdujo en un patio interior que comunica con una puerta con una vivienda, "y se apoderó de una gallina". Hicieron el camino de vuelta, saltaron el muro, y en la calle fueron interceptados por agentes de la Policía local de Las Rozas, que les quitaron la gallina.
La Fiscalía y el juez consideran que se trata de un delito de robo con fuerza en las cosas, agravado por haber sido realizado en el patio de una casa habitada. La defensa desmonta la acusación, ayudándose de fotos, porque el patio y la vivienda están en estado ruinoso y parecen abandonados.
El joven declaró en el juicio que el menor saltó la valla para coger una pelota y que él le esperó sentado en el muro para ayudarle a salir. En ese momento llegó la Policía y luego apareció la gallina al lado de un coche. El juez no le creyó y consideró que fue sorprendido por la Policía en flagrante delito.
La defensa del joven considera la sentencia "ridícula" y la condena "totalmente injusta". Subraya que el patio donde se produjo el supuesto robo de la gallina --que ellos consideran no probado-- se encuentra en estado ruinoso, como demuestran las fotos tomadas a instancias suyas por la Guardia Civil (y que ilustran esta noticia), y que la vivienda aneja está aparentemente deshabitada.
La abogada del joven señaló a Público que ni el acusado ni su acompañante fueron vistos en el interior del patio por la Policía ni por nadie. Todas estas circunstancias se incluirán en el recurso de apelación que plantearán ante la Audiencia Provincial de Madrid, que tendrá la última palabra.
El delito de robo con fuerza en las cosas realizado en el patio de una casa habitada (hasta estos detalles desciende el Código Penal en estos casos), está castigado con entre 2 y 5 años de cárcel. Pero cómo fue realizado en grado de tentativa (es decir, que la Policía recuperó la gallina) debe rebajarse la pena en uno o dos grados. La Fiscalía pidió un año de cárcel.
El juez, aunque aprecia además la atenuante de dilaciones indebidas, establece esa condena de 1 año de prisión para el joven. La defensa entiende que no ha aplicado correctamente la ley y que debió imponer desde una multa a una pena máxima de 6 meses, aunque ellos piden la absolución porque no comparten los hechos probados.
La abogada alegó subsidiriamente (lo que el juez rechaza) que el acusado actuó por estado de necesidad, lo que se denomina hurto famélico (para comer), ya que la gallina es un alimento. El joven es de escasos recursos y ha trabajado en su día de repartidor de pizzas. La defensa destaca que, en caso de que se confirme el año de cárcel, debería ingresar en la cárcel por esta causa al menos 4 años después de los hechos, porque tiene antecedentes.
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