La reforma eléctrica esconde una subida de la luz de más del 20%, frente al 3,2% anunciado por Industria. La orden de peajes es demoledora: fija un alza del 77% en el término de potencia, que representa la mitad del recibo, lo que elevará la factura media de un hogar de los 100 euros actuales a unos 127 euros.
El objetivo del Gobierno a la hora de diseñar la reforma eléctrica era repartir los esfuerzos para eliminar el déficit de tarifa entre las compañías eléctricas y los consumidores (a través del recibo y además a través de los Presupuestos Generales del Estado). Pero cuando se entra a analizar en detalle la batería de Reales Decretos y órdenes para la aplicación de la reforma aprobada en el pasado Consejo de Ministros, se descubren sorpresas desagradables que van a dañar aún más las maltrechas economías familiares.
Las eléctricas sufrirán un recorte de ingresos, pero serán los hogares y las pequeñas y medianas empresas los que sufrirán de lleno en sus facturas la lucha contra el dichoso déficit de tarifa.
Y es que según la orden de "peajes de acceso de energía eléctrica" enviada el pasado lunes por el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el coste de la parte fija del recibo de la luz, la que se conoce bajo al partida de término de potencia y en la que se incluyen los peajes a la distribución y el transporte y las primas a las renovables, se disparará hasta un 77% frente a los costes actuales.
Y ese término de potencia representa nada más y nada menos que en torno al 50% del precio total del recibo que cada dos meses pagan hogares y pequeñas y medianas empresas.
Según los cálculos realizados por varios técnicos y expertos que han analizado la orden ministerial y que han sido consultados por Vozpópuli, hasta ahora, sólo una parte del coste de los peajes que cobran las eléctricas por transportar (REE) y distribuir (Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa, esencialmente) la electricidad se cargaba al término de potencia, a ese coste fijo y regulado que junto al variable (el precio de la energía que se obtiene de las subastas en el mercado libre) conforman el recibo de la luz.
Pero con la reforma eléctrica, esos costes de transporte y distribución se endosarán íntegramente al término de potencia, lo que según los cálculos de los expertos disparará el coste de esa parte de la factura entre el 70% y el 77%.
Este subidón de la parte fija se compensará, según estos técnicos, sólo en una pequeña parte con una bajada del 23% prevista para el término variable.
En Román paladino: para una factura media de un hogar de unos 100 euros, la triquiñuela ideada por Industria para costear los peajes supondrá un incremento de entre 20 y 27 euros, según los cálculos de los técnicos.
Así las cosas, este año la luz subirá entre un 20% y un 27% para los más de 25 millones de hogares españoles, frente al incremento del 3,2% que Industria ha anunciado para agosto y que habrá de ser revisado de nuevo el 30 de septiembre para fijar el precio de la luz para el último trimestre del año.
Las pequeñas y medianas empresas (grupos de tarifas 3.0 y 3.1) tampoco se irán de rositas. La subida prevista para su término de potencia será del 125%, mientras que la bajada del término variable será del 68%, de forma que la subida media de sus recibos eléctricos será de en torno al 30%.
La orden de peajes (ver documento adjunto) deja claro que la "modificación" del sistema de peajes será "de aplicación a todas las categorías de consumidores a partir de su entrada en vigor" y "tiene un doble objetivo: por un lado, cambiar la ponderación de la facturación de los términos de potencia y energía activa resultante de aplicar los citados precios, de forma que se da mayor peso a la facturación del término de potencia, teniendo en cuenta la estructura de costes del sistema eléctrico y con el objetivo de reducir el impacto que el actual contexto de caída de demanda tiene en los ingresos del sistema".
"Se revisan al alza los precios con el fin de incrementar los ingresos", reconoce Industria, aunque será a costa, en buena parte, del bolsillo de los ciudadanos y de las pequeñas y medianas empresas.
La idea del ministro de Industria, José Manuel Soria, y todo su equipo era elevar el término de potencia o coste fijo del recibo de la luz para que se penalizara a las segundas viviendas y aquellas que están vacías, pero es que la subida afecta a todos los hogares, sin discriminación alguna.
El objetivo era fomentar el ahorro en el recibo de la luz, "pero al subir de forma tan desproporcionado la parte fija de éste se desincentiva el ahorro mediante un consumo más responsable y menos intensivo; mediante el aislamiento y la mejora de los edificios o con la popularización del autoconsumo", señala un experto consultado.
El autoconsumo, que se presenta como una alternativa frente alcada vez más inasumible precio de la luz en España, queda herido de muerte. "De poco sirve que llenes el tejado de tu casa de placas solares para obtener la luz a un precio más bajo cuando tienes que seguir pagando el coste fijo de la factura a las compañías eléctricas y éste te lo suben más del 70%", concluye este experto.
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