lunes, 23 de febrero de 2015

No somos iguales: Conocer para diferenciar... diferenciar para elegir

Distintos medios vienen publicando desde el domingo 15 de Febrero (4 días después de las elecciones en Banca) que la propia contabilidad de la Federación Comfia-CCOO (sin Catalunya) recoge que, entre los años 2008 y 2012, recibió 8,3 millones de euros de Bancos y Cajas, de ellos casi 5 millones de euros en ayudas directas. Durante ese tiempo, esa Federación pagó 3,7 millones de euros a un centenar de sus miembros, y su patrimonio creció 4,5 millones de euros. En años de crisis social. En años en que el Sector Financiero perdió 45.000 empleos. En años de Convenio congelado como sacrificio (dijeron), para evitar la destrucción de empleo.

Al ser datos de su contabilidad oficial, no lo han podido desmentir, pero la cúpula de Comfía-CCOO (ahora bajo el nombre de Federación de Servicios de CCOO) se ha atrevido a justificarlos. Los sobresueldos, dicen, no son tales, sino que es un complemento para compensar el perjuicio profesional que les puede ocasionar su actividad sindical, que reciben además de la nómina de su empresa. Y afirman que esos pagos complementarios son comunes a todos los sindicatos. Esa intención de querer hacer ver que todos los sindicatos somos iguales, la que nos lleva a responder. Porque no es cierto.

El argumento que utilizan como premisa para proceder a esos sobresueldos es falso. Manifiestan que el salario medio en los casos de mayor antigüedad es de 65.000 euros. Será para ellos, al resto ya nos gustaría. Una categoría intermedia, Nivel 6, con 40 años antigüedad, percibe cerca de 40.000 euros. Por tanto, no existe la diferencia que ellos quieren justificar, y si la mayoría tenemos que apañarnos con lo que dispone el convenio colectivo, ellos también, máxime cuando son quienes lo han negociado.

Por otra parte, también quieren confundir en cuanto a la razón a la que obedecen los pagos. En cuanto a los acuerdos que se firman en las empresas para la realización legal de la actividad sindical interna, como cualquier otra en el trabajo, la CGT tiene una postura muy clara: han de responder a un gasto moderado y justificado documentalmente, que no recoja ningún privilegio para los representantes sindicales.

Como muestra de ello diremos que cuando nuestra Sección en Banesto firmó un vergonzoso acuerdo en el que se beneficiaba a la cúpula sindical, esta Federación de CGT se opuso y retiró la firma de nuestra organización (decisión que incluso nos supuso una escisión, al darse de baja los que pretendían mantener el acuerdo). En Banco Santander tampoco somos firmantes de los acuerdos, por contener "premios" similares. En cambio en BBVA sí hemos procedido a su firma dado que allí no se establecen privilegios sino una cantidad casi simbólica por cada delegado electo.

Esos fondos tiene una naturaleza muy distinta a los 5
millones de euros de ayudas directas recibidas por Comfia-CCOO de Bancos y Cajas, que informa la prensa. Estas ayudas directas no se sustentan en acuerdos firmados para la realización de la actividad sindical, ni involucran a todos los sindicatos, sino que obedecen a decisiones unilaterales de las empresas. Dicho de forma más clara, esos fondos constituyen una financiación (ilegal en nuestra opinión) de Comfia-CCOO por parte de algunas empresas.

Curiosamente las empresas que aparecen como las aportaciones más generosas han vivido procesos de reestructuración especialmente agresivos, y que han supuesto la pérdida de muchos miles de puestos de trabajo: Santander, Banesto y Barclays entre los Bancos o CaixaBank, Bankia, Caixa Catalunya, Cajasol, en las Cajas.

Esta financiación a Comfia-CCOO, de la que también se benefician personalmente sus dirigentes en forma de pago de sobresueldos, hay que ponerla en relación con el caso de las "Tarjetas Black", donde otros miembros de esa Federación se han lucrado escandalosamente en otra entidad del sector financiero.

En cuanto a los gastos de comunicación, asesoramiento, desplazamiento, etc. que pretende invocar la cúpula de Comfia-CCOO como increíble justificación de cifras millonarias, son un agravio para aquéllos que nos empeñamos en un modelo sindical "de" y "para" los trabajadores. Nuestros gastos son similares a los suyos, pues las necesidades de CGT en Bankia, Sabadell, Popular, Santander, o BBVA no son tan distintos a los de CCOO, por más delegados y afiliación que tenga. Esas ayudas son simplemente fondos encubiertos y opacos, silenciados ante sus bases y plantillas.

Resulta vergonzoso que reconozcan haber realizado Convenciones, Congresos y otros actos con presupuestos descabellados, mientras para los trabajadores de banca aceptan mantener congelados los 9 euros brutos de "ayuda comida" en jornada partida.

Comfia-CCOO viene vendiéndonos en cada Acuerdo de Reestructuración, que ha sido "el mejor posible". Sin embargo, el proceso es siempre idéntico:

1) Sobra plantilla, cifra abultada de empleo a destruir y condiciones muy duras,

2) respuesta consistente en un mínimo comportamiento sindical de oposición

3) apertura de negociaciones.

4) Un acuerdo final que no recoge su "literatura" sindical inicial, y

5) Con el adorno de más o menos voluntariedad, en todos los casos, DESTRUCCIÓN DE EMPLEO.
Lo mismo ocurre con la firma inexplicable de convenios en los que desaparecen casi imperceptiblemente derechos de los trabajadores (complementos de pensiones, horarios, pagas de beneficios, etc.). Este es el fondo, más allá de números, de su modelo sindical. Comfia-CCOO recibe ayudas millonarias, porque ha venido respondiendo a los planteamientos patronales en términos aceptables para éstos.

Participación en los Consejos de Administración, con sueldos millonarios para representantes sindicales. Ayudas directas a sindicatos. Y mirada continuada para otro lado de éstos, … mientras empresas se hunden y 45.000 trabajadores pierden su empleo. Todo un fraude social.

En Fesibac-CGT no funcionamos así, ni recibimos "ayudas" de Bancos o Cajas por nuestra labor sindical. Y los miembros de nuestros Secretariados (Federal, Sectoriales, Territoriales) no perciben euro alguno adicional de esta Federación nuestra, viven de su nómina en las empresas en las que trabajan. Lo que es perfectamente constatable, pues nuestra contabilidad está a disposición de quien la quiera revisar.

Representar a los trabajadores tiene que ser un honor y no un negocio. Si alguien considera que realizar una actividad sindical le perjudica profesional y económicamente, debe dejar paso a otros que sí quieran y tengan ilusión en ello.

Como sindicalistas nos duelen las noticias de sobresueldos y gastos inapropiados, dilapidación de confianza y corrupción sindical. Pero este fraude no debe entenderse como una disputa intersindical. Estamos ante una corrupción de personas concretas, y también de sistema, de modelo sindical.

CGT ha resultado ser el 3º Sindicato en representatividad en las recientes elecciones en Banca. Nuestro sindicalismo resulta mucho más difícil que el "institucionalizado", oficialista y al lado del poder. Aún así, desde el sentido común, CGT seguirá con su intención de intentar aglutinar a todos aquellos trabajadores, que desde unos principios y valores éticos, apuesten por la lucha sindical basada en la prioridad del Empleo y la defensa ante las agresiones.


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