Que las entidades bancarias se encuentran inmersas en un gran periodo de ajuste, tanto de empleo como de sucursales, no es nada nuevo. Sin embargo, el 'modus operandi' de determinados bancos sí que es susceptible de saltar a la primera plana de las páginas salmón.
Es el caso de BBVA, cuya siempre ejemplar forma de realizar ajustes de plantilla se ha venido distorsionando en los últimos tiempos. De hecho, las protestas frente a determinadas sucursales han sido una práctica habitual a lo largo del verano. El motivo: BBVA acumula 14 despidos desde el mes de junio por una teórica 'baja productividad'.
De todos estos despidos, OK Diario ha localizado al entorno de una de ellas. Una trabajadora que había solicitado una reducción de jornada para atender a su hijo pequeño y que se había quedado embarazada, y que ha sido despedida por una supuesta baja productividad.
La temida lista negra
El problema está en que estos 14 empleados despedidos forman parte de una 'lista negra' en la que hay unos 1.500 nombres de trabajadores de BBVA a lo largo y ancho de España. Es decir, que estos 14 despidos podrían haber sido solo el principio de lo que se avecina, y varias fuentes consultadas apuntan a que los despidos por baja productividad podrían continuar en septiembre. Una lista, cuya existencia niegan rotundamente desde BBVA.
Según han explicado varios trabajadores a este diario, "BBVA comenzó a medir la productividad de sus empleados, con una clasificación que tenía unos parámetros determinados que nadie conoce". Es decir, que "los responsables directos de cada trabajador se encarga de poner unas puntuaciones, pero nadie sabe en qué se basan esas puntuaciones", por lo que es una "herramienta que es muy difícil de contrarrestar", al ser muy difusa su justificación.
"Van 14 despidos desde el mes de junio con este formato y, después de esto, cada uno de ellos ha demandado y están exigiendo que el tema de la medición de la productividad se trate con la representación sindical, que sería lo suyo", explican fuentes sindicales, que añaden que "BBVA mide su productividad sobre la base de unos parámetros que ni siquiera dicen cuáles son, por lo que parece que lo hacen a dedo".
"El objetivo es hacer una especie de lista negra que sirva como amenaza de posible despido, para lograr que sean ellos los que causen baja voluntaria", explican a OK Diario otras fuentes, que confirman la existencia de una lista de unos 1.500 empleados que tienen una 'baja productividad' y que están bajo la amenaza del despido.
"Los despidos han sido un amedrentamiento para que la gente cogiera bajas y no tuvieran que recurrir a despidos, porque existe un límite de despidos individuales", señalan fuentes sindicales.
Y es que a pesar de que los grandes ajustes en las entidades bancarias se han realizado durante los años duros de la crisis, coincidiendo con la reestructuración del sector bancario y con el cierre de sucursales bancarias, los sindicatos temen que a partir del mes de septiembre se pueden realizar más despidos en el sector.
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