Con la muerte de José Luis Sampedro se apaga unos de los referentes más destacados de las voces críticas y reivindicativas contemporáneas. Se fue con discreción, con una cierta vocación de héroe anónimo, es decir, sin querer actos grandilocuentes para su persona, con sencillez y sin publicidad.
Este librepensador, nacido en Barcelona en 1917, hablaba con la experiencia que da haber vivido dos dictaduras, una república y una monarquía parlamentaria. Cursó económicas, fue catedrático de la Complutense de Madrid, hasta su disconformidad con determinados comportamientos del régimen, cuando se marchó fuera del estado español, volviendo al cabo del tiempo para recuperar ese aula en la Complutense. Ganador en noviembre de 2011 del Premio Nacional de las Letras por ser "uno de los más importantes escritores vivos en lengua castellana, así como una referencia intelectual y moral de primer orden en la España de la segunda mitad del siglo XX" según el Ministerio de Cultura.
Lo cierto es que este referente moral, al parecer también para el ministerio de cultura, estaba convencido de que el sistema capitalista, estaba llegando a su fin, que asistimos a la decadencia de un sistema obsoleto, y animaba a no bajar la guardia y estar atentos. También se mostraba receloso de la educación y su importancia, convencido de que mediante los medios de comunicación, las élites no necesitarían más ejércitos para hacer de la sociedad lo que quisieran. Escribió el prólogo a la edición en castellano del libro ¡Indignaos! De Stéphane Hessel, que suscitó el movimiento 15-M con el que siempre se sintió identificado hasta el punto de considerarse quincemayista.
Se va un compañero. Pero se va para quedarse, pues este humanista nos deja su pensamiento, su literatura, sus artículos y su preciado recuerdo.
Desde CGT queremos mostrar nuestro más sentido pésame y nuestro deseo de
Que la tierra te sea leve.
Confederación General del Trabajo
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