Como ya comentamos, en esta ocasión nos habíamos dado media hora más de reunión para poder revisar la situación de las actas, aunque la revisión se prolongó más de lo esperado por la insistencia de la empresa en que todas las secciones manifestásemos una por una si las íbamos a firmar o no. Tanto insistieron que llegó un momento en que más que una revisión más bien parecía un acoso para que las firmáramos. Tanto interés mostró en ello la Representación de la Empresa que hubo que aclararles que firmar las actas no es una obligación, que sólo se hace si se está completamente de acuerdo con el contenido de las mismas.
Una vez finalizado el punto de las actas continuamos con la negociación del acuerdo de Teletrabajo, y aquí la Representación de la Empresa no mostró mucho interés en continuar avanzando con la negociación, hubo que decirles varias veces que se nos iba el tiempo y teníamos que continuar.
La Representación de la Empresa inició el tema en un punto que habíamos tratado en la reunión anterior y que ya había quedado claro. El texto era "se respetará en materia de horario el establecido en el Acuerdo Marco".
Pues bien, la Representación de la Empresa se puso a hablar sobre el tema y desde ese momento estuvo toda la reunión hablando sobre ello. En un momento intervenimos para decirles que ésa era la única frase del documento en la que todos estábamos completamente de acuerdo y que podíamos pasar a tratar el siguiente punto. Pero no, no les gustó la propuesta de continuar porque una persona de la Representación de la Empresa siguió hablando, y hablando, y hablando sobre esa frase hasta que llegó el final de la reunión.
Ya no puede ser más burdo el paripé, para no negociar nada, que está haciendo en esta mesa la Representación de la Empresa.
Con ello no sólo todos los presentes perdemos el tiempo, sino que manifiestamente toman el pelo a la plantilla... ¡así son!
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