Los salarios medios de los trabajadores a tiempo completo con ingresos más bajos cayeron durante la crisis un 14 % mientras que los sueldos de los empleados que más ganan, también con jornada de 8 horas, subieron un 5,3 %, según un informe elaborado por el gabinete económico de CCOO.
El estudio, que analiza el impacto económico que la crisis ha tenido sobre la desigualdad, la pobreza y los salarios, revela que en 2008 el trabajador de una empresa que menos ganaba tenía un sueldo medio bruto mensual de 655 euros, mientras que cinco años más tarde, en 2013, la retribución había bajado un 14 %, hasta 563 euros.
Por contra, los empleados más solventes cobraban en 2008 hasta 4.346 euros brutos al mes de media por una jornada de ocho horas, cifra que en 2013 crecía un 5,3 %, hasta situarse en 4.575 euros.
Con estos datos, el informe corrobora que la brecha salarial entre los que más ganan y los que menos creció "con fuerza" durante la crisis, con el "agravante" de que la situación salarial de los trabajadores pobres no fue sólo relativa, sino absoluta.
"Sus ganancias medias, que ya eran reducidas antes de la crisis, bajaron aun más, mientras que los altos salarios han seguido aumentando", señala el estudio elaborado por los economistas Carlos Martín, Luis Zarapuz y José Manuel Lago.
Al inicio de la crisis, los asalariados con ingresos más altos ganaban de media 5,9 veces el sueldo medio de aquellos con sueldos más bajos, pero en 2013 esa brecha se disparó hasta 8,1 veces el salario de los que menos ganaban.
El informe también precisa que las caídas de los salarios más bajos fueron más pronunciadas en el período 2011-2013 cuando disminuyeron el 7,8 %, mientras que en los sueldos altos y en ese mismo período la subida fue del 3,5 %.
Además, el estudio pone de manifiesto que la crisis redujo el empleo en mayor medida que la producción, generando importantes avances en la productividad.
"Si por el mismo salario (o menos) el trabajador debe hacer más horas o sacar adelante más trabajo, se está generando un aumento de la productividad y del valor añadido del que no es partícipe ni se beneficia el trabajador a pesar de la intensificación de su trabajo" dice el informe.
Por ello, los economistas sostienen que este avance de la productividad, entre 2008 y 2013, ha derivado en una intensificación del factor trabajo y, por ende, en la explotación laboral.
De hecho, la productividad, ya sea por hora o por ocupado, no ha dejado de aumentar durante la recesión.
El informe asegura que, según datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, entre 2008 y 2013 la productividad nominal por ocupado creció un 14,1 % en el acumulado, y un 12,6 % en el caso de la productividad por hora.
Esta peor evolución de la remuneración de los asalariados frente a la productividad se refleja en un descenso continuado de los costes laborales, que entre 2008 y 2013 cayeron un 4,5 %.
Los economistas aseguran que el descenso acumulado de los costes laborales han seguido aumentando si se incorporan los datos de 2014, año en el que continuaron bajando pese a la recuperación económica.
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