El pasado miércoles, 24 de junio, asistimos, como parte de la Mesa de Igualdad, al II Foro de la Diversidad y de la Igualdad de género, que contó con la participación de MLJordá y AMuñoz como ponentes y de ELevy como moderadora. Agradecemos a la empresa su rectificación tras nuestras quejas por no ser invitados al primero.
Ambas ponentes compartieron con los asistentes sus experiencias en el mundo laboral, y así pudimos enterarnos de cómo alcanzaron los puestos de responsabilidad que ocupan en diversas empresas. Tanto los discursos de las ponentes como el posterior debate, en el que ellas y ELevy respondieron a las preguntas que se les hicieron, se centraron en un asunto muy concreto: cómo llegar a los consejos de administración siendo mujeres; un asunto al cual la moderadora del evento parece dedicar buena parte de sus esfuerzos.
A pesar del interés de las intervenciones (siempre es bueno conocer experiencias ajenas) no es éste un tema que tenga una aplicación práctica ni en el trabajo de la Mesa de Igualdad ni en Atos Spain, principalmente por dos motivos. En primer lugar, la promoción a esos niveles es algo que afecta a un porcentaje mínimo de las trabajadoras y en España a ninguna. En segundo lugar, son puestos de confianza que representan a los accionistas.
El contenido de los discursos fue más parecido a una charla motivacional para mujeres que quieran acceder a puestos de alta dirección que una reflexión sobre posibles medidas para favorecer la igualdad dentro de una empresa. El hecho no es criticable en sí: mientras existan jerarquías en las empresas nos parece estupendo que las mujeres accedan a los puestos más altos de las mismas. Pero este tipo de charlas pueden ser de utilidad sólo para quien asiste, que, en este caso y dado el aforo de la sala calculamos que serían unas treinta personas de Madrid. Aprovechamos para recordar que somos una empresa tecnológica y, si la dirección quisiera, pondría los medios para que todos los trabajadores y trabajadoras que quieran hacerlo puedan asistir en remoto a los eventos que se programen, sin que importe el aforo de la sala o la ciudad en la que estén. Esta no es una iniciativa que vaya a beneficiar a la plantilla en general, pero por lo menos no se discriminaría a nadie.
Un debate interesante que sí surgió a raíz de las preguntas de los asistentes fue el de la conciliación, aunque siempre enfocado a perfiles de alta gestión. En opinión de las ponentes y la moderadora, una carrera profesional que alcance esos niveles exige, sí o sí, una dedicación casi del 100%. Según se repitió en varias ocasiones, es cuestión de prioridades: si quieres ocupar puestos de alta gestión debes renunciar a otras cosas. No podemos sino estar de acuerdo con la moderadora cuando dijo que también era importante la corresponsabilidad de la pareja en las tareas del hogar y de cuidado de los hijos. Ciertamente es una asignatura pendiente en nuestra sociedad. La conciliación no debe ser sólo cosa de mujeres, sino de mujeres y de hombres, porque también deben serlo las tareas domésticas y la familia. Y en una pareja tanto derecho tiene una parte como la otra a tener una carrera exitosa. En lo que no podemos estar de acuerdo es en asumir que un trabajo, por muy importante que sea, deba exigir tanto a cualquier persona. Consideramos que la vida es más que trabajar, y no sólo porque fuera del trabajo tengamos familias, hijos a los que cuidar y otras obligaciones: también el ocio es importante para desarrollarnos como personas. Volviendo al debate que tuvo lugar en este Foro, no sólo se habló de que una carrera exitosa exija trabajar muchas horas o estar disponible siempre. Una de las ponentes llegó incluso a recomendar a las mujeres que quieran progresar tanto como ella que supeditaran su elección de pareja a su carrera profesional. Sus palabras textuales fueron que había que hacer una "due diligence" (auditoría) a la pareja para confirmar que ésta te servirá en tu propósito de triunfar.
Pensamos que éste es un mensaje perverso, ya que genera una sociedad más centrada en el éxito que en la felicidad, en el dinero que en la persona, en la notoriedad que en la familia. Además de retrógrado e injusto ya que no incorpora a la mujer en situación de igualdad y considerando sus necesidades, sino que le abre las puertas solo a aquellas que decidan ajustarse al modelo actual de funcionar, el masculino, sin considerar otros intereses ni sensibilidades.
Por otro lado, una cultura empresarial concreta determina el tipo de persona que toma las decisiones. Podríamos preguntarnos si lo mejor para nuestra sociedad es que los puestos dirigentes los ocupen personas, hombres o mujeres, cuyas prioridades son tan unidireccionales. Pensamos que ese no es el camino a la igualdad, ni la sociedad que queremos.
En cualquier caso, como decíamos al principio, un debate interesante y revelador. Esperamos seguir siendo invitados a estos foros a los que acudiremos con ánimo constructivo y con la intención de aprender y contribuir en lo que podamos.
Gracias por informarnos y resumirnos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con vuestras reflexiones.
Se debería redefinir sin falta eso que se entiende por “éxito profesional”. Para mí, el llegar a un consejo de administración, o a un puesto directivo, en sí mismo no es éxito profesional. (Lo dejo aquí, que no quiero soltar el rollo).
Pero si comentaré, el siguiente extracto:
“Sus palabras textuales fueron que había que hacer una "due diligence" (auditoría) a la pareja para confirmar que ésta te servirá en tu propósito de triunfar”.
¡¡Viva el Amor!!
Si son capaces de utilizar así a la pareja, ¿que no harán con los trabajadores que tengan a su cargo? ¿Y con los que puedan considerar como competencia en su objetivo de “triunfar”?¿qué pensaríamos del hombre que hubiese dicho esto?
Aquí algo falla.
La verdadera “Revolución del pensamiento” en el ámbito de la empresa, sea o no TI, debería pasar por volver a definir las relaciones laborales y la estructura empresarial, empezando desde cero.
Beberly Hofstadter
beberlyhofstadter@gmail.com
Díselo a Beberly
Mientras se siga pensando que la igualdad de género es conseguir el éxito según este modelo patriarcal que nos rodea, veo que será difícil conseguir una igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Gracias por la información y la claridad al exponerla.
ResponderEliminarEl mensaje dado en ese foro no es más que otra manipulación. Ante una idea que se está consolidando y contra la que ya no pueden luchar “la igualdad de género es buena”, lo que están haciendo es desviar el foco de atención para confundirnos y que nos tranquilicemos pensando que logrado eso ya somos muy igualitarios. Así dejamos de exigir la verdadera igualdad de género y ellos mantienen su sistema como está que es como les gusta.
ResponderEliminarEs algo así como: “¿Queréis igualdad? Pues la vais a tener, pero luego no os quejéis”. Si caes en la red y aceptas sus premisas, te utilizan para sus fines y si te resistes te echan del sistema culpándote del fracaso. Su discurso será: “Si quieres igualdad tienes que aceptar los inconvenientes, no querrás apuntarte solo a lo fácil” Suena lógico ¿verdad?. La realidad es: o te apuntas a su bando o dimites del intento.
Lo triste, es que algunas incautas caen en la trampa. Y lo perverso de ese planteamiento es que las mujeres que llegan alto así (como las del foro), no ayudan nada al cambio porque acaban planteando el mismo modelo, y con más convicción si cabe, ya que les ha costado más llegar y no quieren parecer blandas. Así que triple éxito para los malvados: mantienen el modelo actual, lo refuerzan con partidarias convencidas y encima quedan de igualitarios ante el mundo. ¡Jugada redonda!
No hay que caer en su trampa, la igualdad está claro que no es eso. De hecho, eso tampoco es éxito, ni para hombres ni para mujeres.