domingo, 2 de octubre de 2016

¿Te has dado cuenta de que ya casi no hay huevos blancos en los supermercados?

La razón es bastante más sencilla de lo que podamos pensar, simplemente se trata de una moda. El consumidor ha asociado el color del huevo oscuro con un origen más natural y, por tanto, con una mayor calidad, aunque esto no tiene nada que ver. El color depende de la raza de la gallina y la que se usa ahora para grandes producciones en la Brown, que da pigmento a la cáscara del huevo.
 
El color de la cáscara no tiene que ver con el valor nutricional del huevo y la composición nutricional del blanco y del moreno es la misma.Muchos consumidores se fijan en el color de la yema como prueba de la calidad del producto. Sin embargo, ésta no depende más que de lo que quiera el productor, es decir, de cómo alimente al animal. En Alemania no se da maíz a las gallinas porque gusta más la yema blanca, mientras que aquí la preferimos amarilla. Esto altera el pigmento pero no sus valores nutricionales.

1 comentario:

  1. De lo que sí me había dado cuenta es de que en esta miserable empresa los únicos huevos que se ven son rojinegros.

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