Varias agrupaciones sindicales convocaron la huelga general semanas antes de CCOO y UGT. Los flashes, la gloria y las críticas suelen apuntar a CCOO y UGT, sin embargo, existen muchos sindicatos cuya labor diaria, con abundante trabajo de calle, impulsa grandes acontecimientos. Y es que la cultura bipartidista no sólo se da en el mundo electoral o en el fútbol, sino también en el terreno sindical.
Poca gente recuerda que la Huelga del 29-M fue convocada por primera vez por un grupo de sindicatos gallegos que suman apenas unas decenas de miles de afiliados, englobados en la Confederación Intersindical Gallega (CIG). Poco después se sumarían algunos sindicatos vascos, también muy activos, como ELA o LAB.
Ante la larga indecisión de CCOO y UGT, los sindicalistas gallegos optaron por dar el paso. "Había que lanzarse ante unas medidas tan duras", afirma Suso Seixo, secretario general de la CIG. Aunque estaban en contacto con otras formaciones, Seixo subraya que estaban dispuestos a hacer solos la huelga general si no se sumaba el resto de sindicatos. "Aquí en Galicia además estamos pasando por una situación muy dura, los servicios básicos están prácticamente desapareciendo y el nivel de desempleo está cerca del 20%", explica.
Las diferencias ideológicas de la CIG con respecto a CCOO y UGT también quedan patentes. El sindicato gallego, de posición nacionalista, se define como un sindicato de clase y trata de promover el debate en los centros de trabajo sobre el modelo neoliberal.
"Nosotros tenemos una visión completamente distinta de cómo enfocar el tema de la crisis economica. Además tenemos diferencias en el marco de relaciones laborales. Nosotros luchamos por un marco soberano, que esté cerca de la gente", asegura.
"CCOO, UGT, bienvenidos a la lucha"
Al otro lado de la península, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) es un ejemplo más de actividad sindical frenética. Desde 2007, el SAT viene llevando a cabo una serie de movilizaciones, que van desde cortes de carretera, marchas, ocupaciones de bancos y de fincas, hasta dos huelgas generales en diferentes puntos de Andalucía.
Con este currículum, Diego Cañamero, secretario general del sindicato, ironiza con la convocatoria de huelga tras la desmovilización de los últimos meses: "Si CCOO y UGT convocan ahora una huelga, pues bienvenidos a la lucha". Cañamero tiene claro que "los sindicatos se han movilizado por la presión de la calle y porque, si no, se quedan fuera de juego".
El SAT se ha unido a la convocatoria de huelga, ya que son de la opinión de que "todo el que sale a la calle, aunque sea por conveniencia, hace algo positivo, porque es una experiencia educativa, una forma de hacer entender a la gente que la única forma de conseguir cosas es la movilización", asegura Cañamero. "Nosotros lo que haremos el 29-M es potenciar aún más la lucha que ya hacemos participando en la huelga general, haciendo campaña, piquetes informativos, etc.", explica.
Sin embargo, Cañamero apunta que un día de huelga no es el objetivo. "Lo que hace falta es mantener la lucha en el tiempo, por eso el SAT va a convocar a todas las organizaciones alternativas que están fuera de los sindicatos oficiales [por CCOO y UGT], para emprender una movilización permanente", adelanta.
La lucha para los sindicatos pequeños no es fácil, y Cañamero lo reconoce. "CCOO y UGT tienen el dinero del Estado y los medios de comunicación a su servicio, nosotros tenemos las multas, los juicios y la marginación de los medios", lamenta.
"Lo único que han hecho es poner parches"
Otro sindicato que lleva meses preparando una huelga general, esta vez a nivel estatal, es la Confederación General del Trabajo (CGT), que se ha unido a la fecha propuesta para unificar acción. Sin embargo, aunque aseguran que han evitado críticar a CCOO y UGT por no causar desmovilización, también son muy críticos con el papel que desempeñan.
"Los sindicatos mayoritarios pretenden negociar sobre la base de esta reforma laboral, pero nosotros pretendemos la derogación total y absoluta", resume Rodríguez. Además, explica, también están en contra de otros acuerdos firmados por CCOO y UGT, como el aumento de la edad de jubilación.
Pese a las diferencias, Rodríguez enfatiza la importancia de que, pese a la crítica, no haya enfrentamientos entre sindicatos. "Nosotros cuando estemos en un piquete lo que vamos a mirar es que hay un compañero luchando por lo mismo que nosotros, da igual del sindicato que sea", asegura.
"Creemos que hasta ahora lo único que han hecho es poner parches y la clase trabajadora ha ido perdiendo derechos desde el primer estatuto de los trabajadores. Cincuenta reformas del estatuto y ninguna de ellas ha sido en beneficio de la clase trabajadora. Parte de ellas la han firmado CCOO y UGT", zanja.
Contra la campaña de desprestigio: ¿Los sindicatos son cosa del pasado?
Suso Seixo, CIG: "A la derecha le molesta todo lo que sea organización de los trabajadores y trabajadoras, es un problema de poder, de lucha de clases, así que todo lo que implique deteriorar a las organizaciones sindicales —incluso destruirlas— lo van a hacer. Pretenden individualizar las relaciones laborales y para ello tienen que debilitar a los sindicatos. La lucha de clases ante una política de imposición de un capitalismo salvaje está más de actualidad que nunca, y la unica manera de confrontarnos con el capital es a traves de la organización, de los sindicatos. Vamos a tener que combatir en el día a día, en las empresas, para intentar impedir que se aplique la reforma. Estamos organizándonos para dar la batalla en las empresas, porque esa va a ser la clave".
Diego Cañamero, SAT: "Al PP le interesa desprestigiar aún más de lo que están a los sindicatos. Por eso meten en el saco a todo el mundo. Independientemente de que haya dirigentes sindicales que no actúan correctamente, igual que hay políticos que no actúan correctamente, la política es necesaria, igual que el sindicalismo es necesario. El sindicato es la única trinchera que tienen los trabajadores para defenderse de la artillería de los empresarios, que usan el poder económico, el chantaje, la presión... En esta huelga muchos le están diciendo a sus trabajadores que no vayan o que se atengan a las consecuencias. Que le diga eso con toda la miseria y todo el paro que hay, eso sí que es un piquete, uno que realiza una coacción enorme. El sindicato no lo hemos inventado nosotros, ya se ha inventado hace mucho tiempo y es muy improtante que se fortalezcan. Tienen que ser independientes del Estado. Tienen que tener una actitud firme, coherente y sobre todo los dirigentes sindicalistas tienen que estar siempre muy cerca de la vida de los trabajadores, nunca por encima, para que piensen como ellos y no como los ricos".
Tomás Rodríguez, CGT: "Quizás eso que eso que se conocen como cúpulas de CCOO y UGT son las que han perdido un poco la perspectiva de cuál es la función de los sindicatos. Pero yo creo que los sindicatos, incluidos CCOO y UGT, son hoy más necesarios que nunca. Cada representante sindical ha sido elegido, igual que cualquier cargo político, no ha aparecido del cielo. La clase política tiene más liberados que la sindical. Con esta huelga no vamos a ganar la guerra, lo que sí podemos es perderla si es un fracaso, que tengo la confianza y certeza de que no lo será".
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