A pesar de los datos del paro, técnicamente positivos, publicados por el Gobierno, lo que realmente crece en España es la pobreza y la precariedad.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) denunciamos la falsa recuperación económica basada exclusivamente en el aumento de la tasa de ganancia del empresariado y, especialmente, en la mayor explotación de millones de personas asalariadas. Al mismo tiempo advertimos del poco rigor de los datos reales de empleo que viene facilitando este gobierno, tan necesitado de cortinas que tapen su pérdida de electorado y los constantes casos de corrupción que salpican al PP. Reiteradamente se insiste en resaltar el número de contratos (sin explicar su duración y el salario correspondiente) mientras se silencian las cifras de jóvenes que se ven obligados a emigrar en busca de trabajo (más de 500.000 en 2014/2015) o el de inmigrantes (2 millones) que han regresado a los países de origen por la pérdida de sus empleos.
Según las cifras facilitadas el día 28 de enero por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el paro registrado en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (SPEE, el antiguo INEM) ha bajado durante el mes de diciembre en 55.790 personas y se sitúa en los 4,04 millones de desempleados, por lo que 2015 se salda con una caída total anual de 354.203 personas. Seguramente si el SPEE no estuviera animando a borrarse de las lista de demandantes de empleo miles a de personas, los datos de las estadísticas de paro no serían tan triunfalistas.
Para la CGT hay otros datos a tener en cuenta para hacerse una idea bastante más exacta de la realidad que la que desde el gobierno del PP nos quieren transmitir. Así, por ejemplo, hay que resaltar que a pesar de este leve descenso, se debe tener en cuenta que la caída del paro de diciembre de 2015 ha sido menor que la de años precedentes. En diciembre de 2014 el paro se redujo en 64.405 personas, en 2013 bajó en 107.570 y en 2012 fueron 59.094 parados menos. Por otro lado, el gasto en prestaciones por desempleo cayó un 13,3% en noviembre (último dato publicado) y la cobertura de prestación por desempleo cayó al 55,3%. Lo que supone un gran incremento de personas desempleadas que se quedan sin protección y de familias que van directamente a la pobreza.
La contratación en todo 2015 ha alcanzado la cifra de 18.576.280, lo que supone 1.849.191 contratos más (11,06%) que el año anterior, aunque las cifras siguen estando a gran distancia de las anteriores a la crisis económica. La Confederación General del Trabajo advierte también de lo engañoso de estos datos, puesto que la media de los contratos ya es inferior a los dos meses de duración y se incrementa el número de contratos a tiempo parcial (en muchos casos de apenas unas horas semanales) mientras que los salarios son de unos escasos centenares de euros, con independencia de que en muchas ocasiones la jornada laboral se alarga hasta las 12 horas.
Otro aspecto destacable es la distribución del paro por sectores, ya que diciembre concluye con menos parados en servicios y agricultura y más en industria y construcción. Concretamente, disminuye entre los trabajadores del sector servicios, con 61.336 desempleados menos (-2,22%), y en agricultura y pesca en 2.133 personas (-1,09%), mientras que sube en Industria en 4.845 (1,25%) y en construcción en 15.470 (3,53%). Estos datos pueden dar una idea de cómo se crean empleos precarios en comercio y servicios y se pierden en industria o construcción, donde tradicionalmente han sido empleos muchos más estables.
Desde la CGT también queremos recordar que mientras se crean este tipo de empleo temporal y mal remunerado, se producen miles de despidos como consecuencia de los ERE y cierres en empresas tan importantes como Tragsa, Indra, Altadis, Iberia, Aena, Vodafone, Renfe, Elcogas, Bosal, etc. Sin olvidar los 65.000 empleos destruidos en la última década en el sector financiero o los 50.000 que se han reducido en sectores tan vitales como la educación y la sanidad.
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