Como CGT, mostramos nuestra satisfacción por este avance, pero no olvidamos que la causa general contra estas compañeras es un despropósito. Se les aplicó una condena que va más allá de este caso concreto y que visualiza un auténtico ataque a la acción sindical y la libertad de expresión. Un ataque en toda regla contra el sindicalismo que es una prueba más de cómo la judicatura encarcela un derecho básico en cualquier democracia.
La concesión del tercer grado penitenciario no va a conseguir que bajemos los brazos. El caso de Las 6 de la Suiza ha visibilizado la situación de indefensión en la que nos encontramos la clase obrera, donde la ultraderecha hace lo que le viene en gana con el aplauso de la clase política. Las 6 de la Suiza, los antifascistas encarcelados de Zaragoza, la represión contra cualquier forma de disidencia, son suma y sigue de una estrategia que tiene por costumbre reprimir cualquier contestación al sistema.
Nos tocan a una, nos tocan a todas
¡¡¡Solidaridad con Las 6 de la Suiza!!!
Rojo y Negro
Es una sentencia ejemplarizante. A partir de ahora, cuando hagamos una concentración delante de una empresa, los dueños de la empresa podrán alegar lo mismo y que se nos aplique a las personas que estemos protestando. Es otra ley mordaza, ni más, ni menos.
ResponderEliminar