Los trabajadores, mujeres y hombres, de Capgemini hemos recibido de las tres corporaciones sindicales con representación en la empresa (CCOO, UGT y CSI-F) diversos correos electrónicos en los que se mencionan de forma escueta y un tanto oscurantista contactos con la dirección del grupo. Lo poco que podemos extraer de estos correos es que a la empresa le "preocupa" el número de personas no asignadas a proyecto, y que es posible que se inicie una reestructuración de la plantilla.
Para empezar, rechazamos de plano los motivos esgrimidos por la empresa. Si su preocupación fuera el número de personas no asignadas a proyecto, y no mantener su posición y sus márgenes de beneficio millonarios, pondrían sus esfuerzos en revisar la labor de los responsables de conseguir y mantener proyectos para la empresa. Si hay trabajadores sin proyecto es porque faltan proyectos, no porque sobren trabajadores, máxime cuando esta pérdida de carga de trabajo no parece deberse a una bajada del rendimiento de quienes sacamos adelante la producción. Más bien sospechamos que, de aplicarse, esta reestructuración nos afectaría principalmente a nosotros, sin que la empresa se replantee siquiera las estrategias de captación y consolidación de clientes. Por lo tanto, pensamos que esto no son más que excusas con las que aprovecharse de una coyuntura político-económica y de unos privilegios que les permiten seguir manteniendo su status a nuestra costa.
Por otro lado, quienes actúan en representación de la plantilla no han informado claramente a la misma de cuáles son las medidas que la empresa está estudiando, ni tampoco se nos está teniendo en cuenta para preparar propuestas que no pasen por despidos o por la rebaja de nuestras condiciones laborales. No debemos olvidar que hace pocos meses, cuando la empresa intentó algo similar, la mayoría de los comités de empresa de Capgemini actuaron sin tener en cuenta a los trabajadores, causando el descontento de una parte importante de la plantilla. En un momento en el que casi a diario vemos cómo los sindicatos pactistas firman acuerdos que suponen hasta más de 3000 despidos en una sola empresa, como ha sucedido recientemente en Iberia, debemos rechazar sus estrategias y no aceptar ni una sola medida que suponga el empeoramiento de nuestras condiciones, ya de por sí bastante precarias.
Los trabajadores de Capgemini demostramos no hace mucho que en este sector también es posible plantar cara. Para no volver a repetir errores debemos organizarnos antes de que el conflicto esté abierto, y debemos hacerlo ya, puesto que el margen parece ser mínimo. Sólo conseguiremos nuestros objetivos estando unidos y organizados , y la unión y la organización se consigue según nuestras propias decisiones tomadas de forma horizontal, en asamblea, no acatando lo que se nos imponga desde los comités. Toda decisión que no parta de nosotros mismos, en lugar de sumar fuerzas las restará.
SI NADIE TRABAJA POR TI, QUE NADIE DECIDA POR TI.
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