Desde 2008, los miembros de los consejos de administración de Iberdrola y Endesa han cobrado, respectivamente, 67 millones de euros, y los de Gas Natural-Fenosa, otros 45,8 millones. En ese periodo, las empresas han ganado más de 42.000 millones de euros. La retribución de los vocales no ejecutivos ha ascendido a más de 54 millones entre 2008 y 2012.
Los miembros de los consejos de administración de las tres mayores eléctricas españolas (Iberdrola, Endesa y Gas Natural-Fenosa) han percibido una retribución global de 180,655 millones de euros desde que comenzó la crisis en España, en 2008, hasta el pasado mes de junio.
Esa cifra, que supera los 30.000 millones de las antiguas pesetas, incluye los emolumentos recibidos por los gestores que, además de ser consejeros, ocupan los puestos de máxima responsabilidad en esas empresas al tener su cargo carácter ejecutivo.
Los consejeros no ejecutivos (externos, dominicales e independientes) han tenido que conformarse con sólo 54,23 millones de euros entre los años 2008 y 2012. A razón de 10,88 millones anuales (900.000 euros al mes) a repartir entre esos vocales, que, como en el resto de cotizadas, son los que determinan la retribución del consejo, a través de la Comisión de Retribuciones de cada empresa, y cuyo grado de dedicación a las compañías es muy inferior al de los miembros de la alta dirección y sus primeros espadas; se limita a la asistencia a las reuniones periódicas del máximo órgano de gestión y de sus distintas comisiones.
Las cifras, calculadas a partir de los datos remitidos por las compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ilustran hasta qué punto sale a cuenta convertirse en consejero de un sector cuyos ingresos dependen, en buena medida, de lo que depare el BOE y que en ese periodo ha fichado a dos de los tres últimos presidentes del Gobierno (Felipe González y José María Aznar, aunque este último no es consejero sino asesor) y a un buen puñado de exministros.
Por empresas, el reparto de esas sumas se salda con un empate entre las dos primeras compañías del sector en España, Iberdrola y Endesa.
La primera, sin que haya habido indemnizaciones por despido en su primera línea de gestión (como en Endesa), ha retribuido a su consejo de administración con 67,8 millones en esos cinco años y medio de crisis, en los que se ha anotado un beneficio acumulado de 15.928 millones de euros.
La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán es, con diferencia, la que mejor ha pagado a sus vocales no ejecutivos: 27,44 millones de euros en el periodo 2008-12, que es algo menos de la mitad de las retribuciones al consejo en ese periodo (57 millones en total).
Por su parte, Endesa ha repartido 67 millones entre sus vocales, aunque más de la mitad de esa cifra (38,4 millones) se abonó en 2009 en concepto de indemnizaciones a consejeros ejecutivos, tras las salidas de José Manuel Entrecanales (presidente de Acciona y fugaz presidente de la eléctrica) y el exconsejero delegado Rafael Miranda, a consecuencia de la toma de control por parte de la semipública italiana Enel. La retribución de los consejeros no ejecutivos de Endesa en ese periodo se ha quedado en el entorno de los 10 millones.
En estos años, la empresa que preside Borja Prado ha ganado 20.000 millones de euros, una cifra muy distorsionada por las plusvalías generadas por las ventas de activos a E.ON y la propia Acciona, derivadas también del proceso de opas sobre la eléctrica.
La tercera empresa del sector, Gas Natural-Fenosa, ha repartido entre sus consejeros 45,8 millones, incluyendo los 7,2 millones que pagó a su consejo Unión Fenosa en 2008, ejercicio en el que la compañía acordó la compra de esa eléctrica a la constructora ACS. La retribución de sus consejeros no ejecutivos entre 2008 y 2012 ha sido de más de 17 millones de euros.
Si se cuenta la aportación de Fenosa en 2008, el beneficio acumulado del grupo que preside Salvador Gabarró ha ascendido a casi 8.200 millones de euros.
En estos cinco años y medio de crisis, la economía española se ha hundido, el recibo de la luz ha subido más de un 50% y el beneficio acumulado por esas empresas ha superado los 44.000 millones de euros mientras el ya famoso déficit de tarifa eléctrico ha continuado su escalada.
El actual Gobierno ha recortado 6.000 millones de costes eléctricos para tratar de encauzar ese agujero y ha cargado buena parte de ese ajuste en el sector de las renovables (como pedían las eléctricas). También ha introducido una regulación que, en la práctica, puede aniquilar el autoconsumo (la alternativa a las eléctricas tradicionales) antes de nacer.
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