Moncloa intentará retrasar la impopular medida.
El Sol, que desde la semana pasada ya es propiedad de las compañías eléctricas españolas, tampoco se podrá tomar libremente en las playas si prospera la petición de Iberdrola, Endesa y Gas Natural para que los ciudadanos abonen una tasa anual de bronceado que oscilará entre 785 y 1.300 euros. No pagar la "morena", como se conoce ya al nuevo impuesto, no se sancionará económicamente sino con cuarenta latigazos. "Es inútil multar a un parado que no tiene un céntimo, y por consiguiente creemos que es más eficaz recurrir al castigo corporal", ha señalado el asesor de Gas Natural Fenosa, Felipe González. "No queremos arrancarles la piel a tiras sino recordarles lo que es la propiedad privada", añadió el expresidente socialista.
La Guardia Civil creará un cuerpo especial encargado de patrullar las playas españolas y propinar los cuarenta latigazos, in situ, a los bañistas que no muestren el recibo de la "morena". El látigo, que tendrá siete colas y mango reglamentario de nácar, no sustituirá al resto del armamento habitual del agente sino que reforzará su capacidad de humillación y prepotencia.
Por otro lado, el ministerio del Interior ha mostrado su intención de autorizar también a los socorristas, a las tías buenas y a los chulos de playa para que repartan latigazos a los infractores. "Meterse en el agua para huir de una redada será inútil, pues nosotros nadamos siete veces más rápido y somos el triple de atractivos", ha advertido uno de los chulos de playa de Benidorm.
La escritura de propiedad del Sol, que las compañías eléctricas aseguran tener en su poder, podría ocultar algún defecto de forma, pues la incandescente estrella no tiene capacidad jurídica para vender dentro del Sistema Solar. "No es una compra venta", ha puntualizado el asesor de Endesa, José María Aznar, "sino una conquista".
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