1. Apagar la calefacción sale caro
Este mito está especialmente extendido y dice que apagar la calefacción consume más energía que mantenerla encendida a temperatura constante.2. El calor apenas se escapa por las ventanas
Aunque al encenderla tendremos un pico de gasto, a la larga el ahorro se nota y merece la pena. Bajar la temperatura a 16ºC durante la noche supone ahorrar un 13% respecto a mantener la calefacción encendida a 20ºC.
Hay quien cree que el calor que se pierde por las ventanas apenas se nota en la factura si están bien cerradas y son pequeñas.3. Las calderas de condensación necesitan radiadores grandes
La realidad es diferente: una cuarta parte de la energía producida en los hogares se destina a cubrir lo que se pierde por las rendijas de las ventanas. El doble cristal puede reducir estas pérdidas en un 50%.
Otra falsedad: los radiadores tamaño estándar son perfectamente compatibles.4. No hay calefacción con paneles solares
Pero es cierto que si fuesen mayores podríamos ahorrar más (la caldera trabajaría a menos potencia).
Los paneles solares térmicos tienen un depósito que acumula calor y sí que pueden contribuir al sistema de calefacción de la casa.5. El "calor azul" es lo mejor
Lo que es verdad es que estos paneles permiten ahorrar mucho más (hasta un 70%) en agua caliente y no tanto ("solo" un 40%) en calefacción.
Pese a las insistentes promesas de la publicidad, el llamado "calor azul" no figura entre las mejores opciones para calentar tu casa. En realidad es muy parecido a los clásicos radiadores eléctricos de aceite, pero con otros fluidos en su interior.
Los sistemas que emplean resistencias para calentar siempre son los más ineficientes y los más caros. La calefacción eléctrica mediante bomba de calor es mucho más eficiente.
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