miércoles, 23 de septiembre de 2020

¡No nos van a encerrar! ¡No nos van a callar!

La situación sanitaria en Madrid ha llegado a niveles de auténtica alarma social: se han disparado los contagios, los hospitales están llegando al límite de su capacidad y las UCI están a punto de colapsarse de nuevo. El inicio del curso escolar ha superado la cifra de 2.000 niños y niñas contagiadas en primaria antes incluso de que se iniciaran las clases para el resto de cursos. Los datos, que se han venido manipulando durante estos meses, son alarmantes a pesar de que se siguen ocultando, como la situación dramática de las residencias de mayores.

La situación preocupa a todo el mundo excepto a los responsables: responsables de la situación a la que han llevado a la sanidad pública durante años de recortes y privatizaciones, responsables de no haber tomado medidas sabiendo que pasado el verano era probable un segundo embate de la pandemia, responsables de no haber preparado una vuelta a las aulas segura con una dotación suficiente de personal y de espacios, responsables de no haber contratado el personal sanitario, de no haber garantizado el funcionamiento de los centros de salud, de no haber asegurado que los hospitales tuvieran su capacidad disponible, de no haber contratado rastreadores, de no haber tomado medidas para que las residencias no vuelvan a convertirse en trampas.

Estos responsables directos son el Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Presidenta y el Vicepresidente, sus consejeros y directivos, rodeados de toda una caterva de asesores, mercaderes y representantes de empresarios y banqueros, que no han tomado ni una sola medida para mitigar el sufrimiento de las personas, pero sí han aprovechado la tragedia para convertir el dolor por la pandemia en oportunidades de negocio para sus amigos y allegados. 

No han perdido ocasión tampoco para culpar a las víctimas de sus políticas, dejando aflorar su esencia clasista y su racismo, igual que al principio de la pandemia hicieron bandera de sus ideario machista y retrógrado.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dejado claro, en su comparecencia, cuáles son sus objetivos: defender los intereses de unos pocos, cuando no ha tomado ninguna medida para apoyar a quienes sí han visto sufrir su economía, las trabajadoras y trabajadores, asalariados y autónomas, quienes perdían sus empleos y su medio de vida.

Ni siquiera se ha tomado medida alguna para garantizar que los centros de trabajo o los medios de transporte sean seguros. Lo importante es el negocio, que a quienes se exime de impuestos dispongan de la mano de obra suficiente, barata, sustituible según vaya cayendo. Una mano de obra que hay que mantener contenida en sus recipientes hasta el nuevo turno, evitando que vea a sus familiares o que haga ningún tipo de vida social, para que los contagios se limiten a los centros de trabajo y los medios de transporte.

Los culpables se permiten reclamar con socarronería a las víctimas que sean responsables, que no se manifiesten, que sigan trabajando y no molesten. Y anuncian un incremento de los medios represivos y de la coacción, para lo que el alcalde de Madrid no ha dudado en ofrecer su apoyo.

¡Es la hora de actuar!

CGT - MCLMEx

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