viernes, 6 de diciembre de 2024

Laboro: Constitución española

¿No es más que sospechoso que sean los partidos de derechas y fascistas los que más dicen defender la Constitución española? Pues claro, porque hay algunas "cosillas" de la Constitución que muchísima gente ignora, especialmente los trabajadores.

En la Constitución, todo el mundo da por hecho que el derecho a la educación o a la libertad de expresión están al mismo nivel que el derecho al trabajo, a la salud y a la vivienda. PUES NO. Ni de coña, ¿qué os habíais creído, pobretones?

Legalmente, el derecho al trabajo es de "segundo nivel" en la Constitución y en esta ni siquiera existen como derechos el de la salud y el de la vivienda. Curiosamente, por encima de ellos está el derecho a la libertad de empresa. No nos hemos vuelto locos.

En la Constitución hay dos grandes tipos de derechos: los fundamentales y los demás. Los fundamentales son los más importantes, sin los cuales difícilmente se podría considerar que España fuera un estado democrático de derecho y  tienen mayores protecciones legales.

Por ejemplo, los derechos fundamentales solo se pueden regular mediante ley orgánica, que solo se puede aprobar con mayoría absoluta en el Congreso. Además, los procedimientos judiciales laborales sobre temas de derechos fundamentales son prioritarios y más rápidos.

Por ejemplo, si una mujer demandara a la empresa  por despedirla a causa de su embarazo, tendría fecha de juicio mucho antes. Además, la empresa podría ser condenada no solo a readmitirla, sino también a una indemnización aparte. Eso ha pasado muchísimas veces.

En la Constitución española son fundamentales, en resumen, los derechos a la igualdad, vida, ideología y religión, libertad, honor e intimidad, residencia, expresión, asociación, tutela judicial (derecho a demandar), educación, libertad de enseñanza, sindicación y huelga.

El resto de derechos, no fundamentales, son el de defender a España, impuestos justos, matrimonio, propiedad privada, fundación, trabajo, negociación colectiva, libertad de empresa y defensa de la productividad. Las máximas del capitalismo están en la Constitución.

Por tanto, el derecho al trabajo no es un un derecho fundamental. Por eso el despido es libre aunque sea pagando una indemnización, recurriendo al despido improcedente. Si fuera un derecho fundamental, no sería posible legalmente.

A los padres de la Constitución les pareció que el derecho a la libertad de enseñanza era fundamental pero no lo era el derecho al trabajo. ¿Qué curioso, verdad?

¿Y la salud y la vivienda? Ni siquiera son derechos en  la Constitución, sino principios rectores de la política social y económica. Igual que la protección de la familia, formación profesional, cultura, ciencia, medio ambiente,  pensiones de jubilación...

No son derechos, sino digamos que son los objetivos generales que tiene que perseguir el Estado. La libertad de empresa y la defensa de la productividad son derechos constitucionales pero la protección de la salud no lo es, como tampoco lo es la vivienda ni las pensiones.

Pues hala, ya está. Seguid celebrando el día de la Constitución y defendiendo a España contra tanto comunista que quiere poneros okupas en el piso para que os suban los impuestos, o algo así.

Laboro

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