lunes, 6 de enero de 2014

Tus fotos en Facebook pueden servir de prueba para tu despido

Varias sentencias avalan el uso de imágenes publicadas en redes sociales para despedir a empleados, siempre y cuando la información esté en abierto y acredite mala fe contractual por parte del trabajador.

Compartir una foto en Facebook puede salir caro. Las redes sociales son ya parte de la vida cotidiana y, como tales, intervienen en asuntos tan decisivos como un juicio por despido. Varias sentencias avalan el uso de información y fotos obtenidas a través de Facebook para despedir a empleados, siempre y cuando la información sea pública, es decir, esté en abierto y demuestre mala fe contractual por parte del trabajador.

Es el caso de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, de junio de este año, que considera válido un despido que la empresa llevó a cabo basándose en fotos de Facebook y en información proporcionada posteriormente por un detective. La trabajadora causó baja médica por una contractura cervical pero, al día siguiente, acudió a una despedida de soltera y a un parque temático. Durante las semanas de baja también salió en varias ocasiones "hasta altas horas de la madrugada". La empresa obtuvo numerosas pruebas de la actividad de su empleada gracias precisamente a las fotos y comentarios publicados en la red social.

Un mes después, la empresa envió una carta de despido a la trabajadora, en la que le comunicaba que, lejos de seguir la prescripción médica, había desarrollado "una actividad absolutamente normal, conduciendo su vehículo, viajando en avión, saliendo con sus amigos hasta altas horas de la noche y accediendo a cenas y salas de baile o lugares similares". La carta contenía detalles de varias salidas nocturnas de la empleada en diferentes días y finalizaba así: "De todo ello ha de concluirse que encontrándose en situación de incapacidad temporal los días referidos, la actividad por usted desarrollada constituye una clara transgresión de la buena fe contractual".

La trabajadora recurrió su despido y alegó que las fotografías no podían "ostentar el valor incriminatorio que se les otorga en la sentencia" ni podían admitirse como prueba para amparar el despido porque se obtuvieron mediante el acceso a páginas privadas y no de forma casual. Alegaba también que las imágenes no habían sido autenticadas por la autora y que en ellas no constaba la hora ni el lugar en el que se hicieron.

Sin embargo, el TSJ de Asturias avala su despido y señala que las partes pueden servirse de todos los medios de prueba que sean legales, "salvo que se hubieran obtenido, directa o indirectamente, mediante procedimientos que supongan la violación de derechos fundamentales o libertades públicas". El acceso a las fotografías de la trabajadora no estaba limitado y el jefe de informática pudo verlas sin necesitad de usar ningún tipo de clave. La sentencia subraya también que la doctrina del Tribunal Constitucional insiste en que el derecho a la intimidad no es absoluto, "pudiendo ceder ante intereses constitucionalmente relevantes".

"No se ha vulnerado la intimidad de la trabajadora al haber sido obtenidas las fotografías sin necesidad de utilizar clave ni contraseña alguna para acceder a las mismas, dado que no estaba limitado el acceso al público, de modo que se obtuvieron libremente pues al estar 'colgadas' en la red pudieron ser vistas sin ningún tipo de limitación, con lo que no hay una intromisión en la intimidad de la trabajadora, que además aparece en las instalaciones de un parque de atracciones de Madrid y, por tanto, en un lugar público", dice el TSJ de Asturias.

La sentencia recuerda también que la simulación de enfermedad o accidente para no asistir al trabajo se tipifica como falta muy grave y que, si la propia conducta de un trabajador durante el periodo de baja indica que podría desempeñar su tarea laboral ordinaria, el despido es procedente. Y especifica: "Para que el trabajo por cuenta propia o ajena durante un periodo de baja por enfermedad sea encuadrable en la trasgresión de la buena fe contractual se requiere que la actividad desempeñada evidencie la aptitud para el trabajo o que aquella sea de tal natulareza que impida o dilate la curación pues en ambos casos se pone de manifiesto la falta de buena fe del trabajador con su patrón".


Información abierta

No es la única sentencia en este sentido. En otro caso, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia consideró procedente el despido de un trabajador que, durante una baja, servía copas en un local nocturno y realizaba viajes, actividades de las que dejaba constancia con fotos en las redes sociales y que no estaban autorizadas por el médico que seguía su proceso de incapacidad temporal.

"En estos casos, el límite está en que la información sea abierta. No se puede sacar información privada bajo ninguna circunstancia, por ejemplo, contratando a un hacker para que entre en la cuenta. Pero si las fotos están compartidas y pueden verse, sí pueden servir como prueba en un juicio para mostrar mala fe contractual", explica el abogado laboralista Fabián Valero.

Otra sentencia, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, declaraba procedente el despido de un empleado que realizó salidas nocturnas y consumió alcohol mientras se encontraba de baja por depresión. La empresa tuvo noticia de ello mediante las fotos que el propio trabajador colgó en Facebook. La sentencia consideró que había transgredido la buena fe contractual.


4 comentarios:

  1. La verdad es que hace falta ser descerebrado para publicar algo con lo que te puedan trincar posteriormente.

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  2. Pues, francamente, para casos tan descarados como los aqui relatados, me parece bien.
    No creo que haya amparar o proteger a cuentistas y caraduras.

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  3. Sin embargo hay casos de lo contrario. Hace poco tuve una baja. Con mucho dolor, al borde de la septicemia, tuve que venir a la oficina a traer mi parte de confirmación de baja, porque mi jefe no se creia que por esa intervención estuviese tanto tiempo de baja, cuando me dejó caer que "con uno o dos días sería suficiente ¿no?". Como Santo Tomás, no me creyó hasta que (metaforicamente) no tocó la herida. Me dolió tener que demostrarlo así. Y si no me hubiesen traido a la empresa a traer el parte, quizás no me espiasen, pero me habrían puesto la cruz, que es peor. Porque si me hubiesen espiado al menos sabrían que mi baja era verídica, pero prejudgar es mucho peor.

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    1. Completamente de acuerdo con tu comentario, por desgracia éste es el caso que más se produce... hay demasiados Tomases.

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