La reunión ha versado principalmente sobre dos temas: la interlocución con la consultora Murgibe (a quien la empresa ha encargado la elaboración de un nuevo diagnóstico y plan de igualdad, tal como nos comunicó el 30 de mayo), y las atribuciones y responsabilidades de la Mesa de Igualdad.
Respecto al primer tema, se va a celebrar una reunión entre la RLT y la consultora donde podremos transmitir nuestra experiencia sobre la Igualdad en AtoS Spain y aportar así al diagnóstico y al plan que se elabore. La consultora realizará entrevistas para determinar qué es lo que opinan los trabajadores y las trabajadoras de AtoS acerca de la Igualdad en esta empresa; de momento la selección de las personas no está cerrada, así que se han hecho varias sugerencias desde la RLT. La muestra debe abarcar un amplio espectro para poder reflejar la realidad de la compañía, por lo que se ha sugerido que se entreviste no sólo (faltaría más) a hombres y mujeres, sino también a personas de los distintos centros, departamentos, de todas las categorías, etc. Por otro lado, la RLT también ha expresado la necesidad de que las entrevistas sean anónimas: aunque la empresa conozca la lista de las personas entrevistadas y el contenido de sus entrevistas, es fundamental que no sepa quién ha opinado qué, de manera que los trabajadores y las trabajadoras puedan expresarse libremente, sin temor a represalias.
Las fechas estimadas para la elaboración del diagnóstico y el plan que nos ha dado la empresa son las siguientes: primer borrador del diagnóstico a primeros de julio, diagnóstico definitivo a finales de agosto, y comienzo de elaboración del Plan de Igualdad a primeros de septiembre.
El punto de atribuciones y responsabilidades de la Mesa de Igualdad, incluido en el orden del día a raíz del escrito entregado a la empresa por la RLT el día 30 de mayo, surge del malestar de la RLT presente en la Mesa de Igualdad por la falta de efectividad de dicha mesa. Durante años, quienes se han sentado a la misma han alcanzado numerosos acuerdos (incluyendo en dicho acuerdo a la representación de la empresa) sólo para ver cómo la Dirección acababa bloqueando todos ellos, al menos todos los que podrían tener algún efecto práctico sobre la situación de la igualdad en la empresa. Le empresa en principio se ha escudado en que el cometido de la Mesa de Igualdad es proponer medidas, no decidirlas; en realidad, si todas las medidas propuestas son rechazadas sistemáticamente, ese cometido se podría expresar de otra forma: perder el tiempo miserablemente. También ha achacado el rechazo de la empresa a las medidas acordadas en la Mesa porque algunas de dichas medidas suponen un coste adicional: eso, sin embargo, no explica por qué se han rechazado otras medidas que podrían haber mejorado la situación de la empresa en el ámbito de igualdad sin suponer un sobrecoste. Finalmente, aunque la representante de la empresa ha insistido en que las decisiones de la Mesa de Igualdad no pueden ser vinculantes, intentaría encontrar la manera de que las acciones que se decidan se acaben llevando a cabo.
Esperemos que, en esta ocasión, haya una propuesta seria que realmente garantice que esto sea así. Buenas palabras ya hemos tenido bastantes, sobre todo cada vez que la empresa cambiaba a su representante en la Mesa de Igualdad. Aún estamos esperando los hechos que confirmen las buenas palabras.
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