Por puestos preventivos (engloban categorías que comparten riesgos en las actividades desarrolladas) administración/gestión son los que más participan con un 54%, frente a los que menos han participado técnicos de comunicaciones/mantenimiento con un 4%.
El Servicio de Prevención concluye que, aunque no hay una normativa legal en la tasa de respuesta que garantice la representatividad, los datos no arrojan confianza y no se podría pasar a la siguiente fase. Están considerando repetir la toma de datos, valorando, además, utilizar otra herramienta que consiga aumentar la participación; la impresión que llega es que se trata de un cuestionario largo, tedioso, repetitivo... y el problema si se utiliza otra herramienta distinta es que no se podría hacer la comparativa con los datos de FPSICO recogidos en 2017.
Se quieren revisar los canales de comunicación para llegar a toda la plantilla, hacer una campaña de comunicación más potente, intentar que no se solape en el tiempo con otra encuesta como ha ocurrido esta vez con la encuesta de GPTW, implicar más a la plantilla... todo esto para conseguir una mayor participación.
Aunque esta vez la novedad fue que hubo sesiones informativas, la asistencia fue baja y los datos reflejan que la campaña de comunicación no ha sido eficaz.
La RLPT comenta la mala organización de la campaña, el desconocimiento general de qué es, en qué consiste y para qué sirve la encuesta de Riesgos Psicosociales, el largo tiempo que requiere contestar la encuesta, el solapamiento con la encuesta GPTW...
Los resultados hablan por sí solos, la baja participación demuestra que la empresa hace la encuesta por obligación legal y no porque esté interesada en la salud y bienestar de l@s trabajador@s.
Si no son capaces de detectar los problemas, difícilmente podrán llevar a cabo actuaciones de mejora.
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