El Banco de Alimentos 15-M de Tetuán sigue en el punto de mira. Si en diciembre el Ayuntamiento de Madrid intentaba desalojar el edificio donde se encuentra el almacén que la asociación de vecinos de Cuatro Caminos cedió para el proyecto solidario, el frente se ha reabierto, pero esta vez desde la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que les acusa de uso indebido de su marca.
Según una notificación enviada por correo electrónico, la FESBAL afirma que "es dueña de la marca registrada 'banco de alimentos'" y que, por tanto, al utilizarla están incurriendo en un delito. "Lo que plantea la federación es que el sintagma 'banco de alimentos', nombre con el que normalmente se designa la actividad sin ánimo de lucro de recoger comida para entregársela a los más desfavorecidos, no es un genérico, sino que está registrada en la Oficina de Patentes", explica Ricardo, miembro del Banco de Alimentos de Tetuán. Se queja de las formas "exigentes y amenazadoras" con las que se dirigieron a ellos.
Agustín Alberti, responsable de Comunicación de la FESBAL, asegura que la comunicación se hizo en un tono amistoso, pero subraya que "las únicas entidades que pueden utilizar esta marca son los bancos de alimentos formalmente constituidos". El de Tetuán, apunta Alberti, aunque reconoce que desarrolla una "actividad excelente", "debería cambiar el nombre porque nosotros queremos preservar nuestro espíritu". Esto es, que son "apolíticos y aconfesionales".
"Creo que sería más honrado y leal inventar un nombre y hacer méritos para ser reconocidos por ustedes mismos, sin aprovechar algo que ya existe", dice una de las cartas que el presidente de la FESBAL, José Antonio Busto Villa, remitió a las personas que gestionan el proyecto solidario en el distrito de Tetuán. En este escrito, la federación proponía nombres alternativos como 'Banco de la Gente que nos Necesita', 'Banco de los Pobres' o 'Banco 15-M'.
Este banco de alimentos autogestionado surgió como una de las iniciativas de las asambleas de barrio del 15-M. Poco a poco fue creciendo hasta implicar a 30 familias y más de 120 personas. En diciembre enfrentó un intento de desalojo que terminó en victoria, pero las aguas han vuelto a removerse.
"En menos de un mes tenemos que abandonar el almacén que la asociación de vecinos de Cuatro Caminos nos prestó porque ellos cambian de edificio", indica Ricardo, que recalca que el Ayuntamiento de Madrid sí ha ofrecido una alternativa para la asociación vecinal, pero no para el banco de alimentos ni tampoco para las familias que acuden a él.
"Nuestra exigencia nunca ha sido un local –precisa–, sino que la Junta de Distrito se hiciera cargo de las personas con necesidades. Por eso, volveremos a colocar en el centro de la diana a estas familias para denunciar la dejación por parte de las administraciones públicas". Ante la inminencia del desalojo, los vecinos que gestionan el proyecto siguen buscando alternativas, aunque no descartan la resistencia "si las fuerzas y las ganas lo permiten".
http://www.opusdei.es/es-es/article/no-paso-mucho-tiempo/
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