¿Alguna vez has leído un programa electoral? Muy poca gente hace el esfuerzo. ¿Has ido más allá de lo que te cuentan los grandes medios de comunicación? Internet y las redes sociales hacen la información accesible, fácilmente contrastable y una buena alternativa para saber lo que hay detrás de cada propuesta.
Nuestras responsabilidades dificultan un espacio para pensar e interesarnos por las soluciones que plantean unos u otros. Estamos cansados de que nos engañen, sí, pero el día a día nos arrastra a la desidia y al conformismo. "Todos los políticos son iguales" es la frase favorita en la que se escudan muchos de los que se encuentran en esta situación. Y no es de extrañar al ver el espectáculo de mal gusto que protagonizan algunos personajes mediáticos con la intención de desprestigiar al rival y arañar unos votos de cara a las elecciones.
¿Cuál es la manera de hacernos oír?
La desesperación por la falta de soluciones, nos conduce a la indignación, que a su vez nos empuja a pensar que no ir a votar, votar en blanco o incluso, "meter una rodaja de chorizo en la papeleta", sean las mejores opciones para plantarle cara al sistema actual.
Ejerciendo o no el derecho a voto, es importante tener en cuenta que los grandes partidos estiman que un sector de la población no va a decantarse por un representante. Los que consigan más votos son los que van a tomar las decisiones que nos afectarán a todos. Está en nuestra mano informarnos y buscar de entre los candidatos el que creamos que va defender mejor nuestras ideas.
Cuentan con tu pasividad como parte de su campaña. Centrarán sus acciones en la captación de las audiencias más afines donde saben que encontrarán el apoyo que necesitan en las urnas para legitimarse, una vez más, en el poder.
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